Aunque parece una recta perfecta, en la frontera norte de Guatemala hay 27 monumentos limítrofes que México reconstruyó en territorio de Petén, con una desviación de entre tres hasta 465 metros, una diferencia que lleva ya una década sin ser resuelta y que, según las mediciones, haría que Guatemala pierda 2.908,67 metros de territorio.
De acuerdo con datos recabados en el 2002 por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (Cila), sección Guatemala, en el 2001 México erigió esos monumentos de manera unilateral, lo que causó confusión en la definición de los puntos fronterizos.
Guatemala y México definieron fronteras el 27 de septiembre de 1882, mediante el Tratado Herrera-Mariscal. De acuerdo con el estudio hecho por las autoridades guatemaltecas, la colocación de los monumentos en la frontera norte entre ambos países no respeta el documento suscrito a finales del siglo XIX.
Las diferencias en los 27 mojones oscilan entre 3,93 y 465,33 metros, respectivamente.
Seguridad nacional. Al ser consultado, el ministro de Relaciones Exteriores, Haroldo Rodas, dijo vía correo electrónico: “Este asunto está siendo discutido de manera diplomática en forma bilateral entre la Cancillería de Guatemala y la de México, desde gestiones anteriores a las cuales les he dado continuidad durante mi administración”.
No dio más detalles, según explicó, por razones de seguridad nacional. “El Ministerio de Relaciones Exteriores mantiene en esta y en todas sus actuaciones la defensa de la integridad del territorio y la soberanía, de conformidad con el Derecho Internacional, y en tal virtud la información requerida constituye un asunto diplomático de seguridad nacional, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene prohibición de proporcionar información sobre dicho aspecto, en virtud del artículo 30 de la Constitución Política de la República de Guatemala”, justificó.
El inciso aludido es el relacionado a la publicidad de los actos administrativos. “Todos los actos de la administración son públicos. Los interesados tienen derecho a obtener, en cualquier tiempo, informes, copias, reproducciones y certificaciones que soliciten y la exhibición de los expedientes que deseen consultar, salvo que se trate de asuntos militares o diplomáticos de seguridad nacional...”
Ninguno en su lugar. De 1993 al 2002 se llevaron a cabo trabajos para determinar la posición geodésica de cada monumento limítrofe de conformidad al tratado existente. Como resultado de estas mediciones, Cila Guatemala concluyó que ninguno de los monumentos ubicados en el paralelo 3 —frontera donde se ubica el vértice con Campeche hacia al Vértice Aguas Turbias— estaba ubicado donde correspondía.
En una reunión binacional celebrada en México el 29 de mayo del 2006 México propuso a Guatemala aceptar la ubicación de los puntos fronterizos, lo cual fue rechazado.
En noviembre del 2006, los comisionados de Cila de ambos países informaron a los cancilleres acerca de las discrepancias existentes. Ese mismo mes se realizó una reunión en la capital guatemalteca en la cual se redactó un documento donde ambas partes expresaban sus opiniones.
El asunto fue tratado en la Conferencia de Estados del Caribe en enero del 2007. Un mes después, la Cancillería guatemalteca creó una comisión de investigación.
A partir de marzo del 2007 ambas cancillerías intercambiaron notas diplomáticas para buscar consenso.
El 24 de agosto del 2007 durante la XI reunión del Grupo Binacional de Puertos y Servicios Fronterizos, celebrada en Ciudad Flores, Petén, funcionarios de las cancillerías realizaron una visita en helicóptero al vértice de Aguas Turbias, en donde se encuentra ubicado el monumento número 107.
El resultado de la inspección del área fue elocuente: existe una diferencia de 119.9 metros entre el monumento ubicado en ese punto y lo establecido en el Tratado Herrera-Mariscal.
El hallazgo demostró que el monumento fue construido con posterioridad y que la colocación del mismo contradecía lo establecido en los artículos 3 y 4 del Tratado Herrera-Mariscal.
El gobierno aún no considera el tema como un diferendo territorial que pueda llegar a litigio; sin embargo, está a la espera de que México se pronuncie al respecto.