Alias "El Sordo" o "Lucho", perteneciente a la columna Arturo Ruiz, tenía 30 años, fue reclutado a los siete, y fue fusilado a pesar de su súplica de perdón.
Bogotá. Un líder de la mayor guerrilla izquierdista de Colombia fue fusilado después de que fue sometido a un consejo de guerra por afirmar que las FARC no tenían futuro y sus compañeros de armas ignoraron su suplica de perdón, denunció el martes un comandante militar de alto rango.
El ajusticiamiento de alias "El Sordo" o "Lucho", perteneciente a la columna Arturo Ruiz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se produjo el domingo cerca al municipio de Miranda, una zona montañosa del departamento del Cauca, al suroeste del país.
El comandante guerrillero de 30 años fue condenado a ser fusilado después de que se atrevió a decir ante otros rebeldes que las "FARC ya no tenían futuro".
"Estaba encadenado, tenía cadenas en el cuello, en las manos y en los pies", dijo el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Edgar Cely.
"Lo ajusticiaron, lo mataron porque dijo que las FARC ya no tenían futuro", precisó el oficial quien reveló que el guerrillero muerto tenía 23 años en la guerrilla.
Cely reveló que el cuerpo del líder guerrillero, que fue reclutado por las FARC a los siete años, fue encontrado por tropas del Ejército Nacional que ubicaron un campamento rebelde.
En la operación militar fueron capturadas dos guerrilleras que custodiaban el campamento rebelde en donde fue ajusticiado alias El Sordo.
El comandante de las Fuerzas Militares dijo que el ajusticiamiento del líder rebelde prueba la disciplina "estalinista" y "la paranoia" al interior de las FARC, grupo rebelde que de acuerdo con el oficial "continúa su proceso de desmoronamiento".
"Desmovilícense para que no terminen asesinados por su propios compañeros. Este guerrillero desde los siete años estaba inmerso en las FARC y cuando se atreve a decir que no tienen futuro lo asesinan", afirmó Cely.
Las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, afronta una ofensiva militar que las obligó a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas.
La ofensiva, que se inició en 2002 durante el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe, ha debilitado el grupo rebelde que pasó de unos 17.000 hombres en armas a unos 7.000 en la actualidad, de acuerdo con fuentes de seguridad.
Pese a que las FARC, que dicen luchar por imponer un sistema socialista en este país de 44 millones de habitantes con marcadas diferencias entre ricos y pobres, han perdido a varios de sus comandantes en bombardeos y ataques de las Fuerzas Militares, aún mantienen capacidad de realizar ataques de gran impacto, inclusive en los centros urbanos.