El gobierno acusó a las FARC de violar el Derecho Internacional Humanitario. La guerrilla, en tanto, aclaró que la incineración de los agentes de la policía fue el resultado de la explosión sobre la gasolina del vehículo "y no un hecho intencional y perverso de la guerrilla".
Bogotá. La mayor guerrilla izquierdista de Colombia negóeste miércoles haber incinerado intencionalmente a 14 policías quemurieron en un ataque en una zona selvática del sur del país, mientrasque reiteró su disposición a iniciar un diálogo de paz con el gobiernopero sin condicionamientos.
El gobierno acusó alas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de actuar consevicia y de violar el Derecho Internacional Humanitario, por lo queanunció una demanda contra el grupo rebelde ante organismosinternacionales.
"Los agentes de la policíaincinerados en la emboscada del Doncello, Caquetá, fue ocasionado porel incendio, resultado del efecto de la explosión sobre la gasolina delvehículo y no un hecho intencional y perverso de la guerrilla", dijeronlas FARC a través de la página de Internet www.anncol.eu.
Elgrupo guerrillero activo más antiguo del hemisferio, calificado comouna organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea,cuestionó al gobierno por reclamar la muerte de efectivos de susFuerzas Armadas y de celebrar con "sus partes de victoria" las bajas decombatientes rebeldes durante bombarderos.
LasFARC lanzaron en las últimas tres semanas una ofensiva, en algunaszonas con el apoyo del segundo mayor grupo guerrillero Ejército deLiberación Nacional (ELN), mientras que en reacción las Fuerzas Armadasintensificaron los bombardeos y ataques contra los rebeldes en zonasselváticas y montañosas.
En ese periodo han fallecido al menos 82 personas entre efectivos del Ejército, la Policía y combatientes de la guerrilla.
Deacuerdo con analistas y funcionarios del gobierno, con la ofensiva, lasFARC, acusadas de obtener millonarios ingresos del tráfico de cocaína,buscan demostrar su poder militar y presionar al gobierno de JuanManuel Santos para iniciar un diálogo de paz.
Peroel mandatario, quien asumió el poder el 7 de agosto, condicionó unanegociación con la guerrilla a que liberen a los secuestrados,suspendan sus hostilidades y anuncien su disposición de deponer lasarmas y reintegrarse a la vida civil.
El gruporebelde criticó la posición del gobierno, la calificó de "inaceptable,arrogante y triunfalista" y dijo que sólo pretende sentarse con unaguerrilla derrotada.
"Mientras haya guerra,habrán actos de guerra de parte y parte", dijeron las FARC, que aúnmantienen presencia en apartadas zonas selváticas y montañosas así comocapacidad de realizar ataques de gran impacto.
Noobstante, una ofensiva militar que lideró el ex presidente Alvaro Uribe-con apoyo de Estados Unidos- debilitó al grupo guerrillero al perder avarios de sus comandantes y sufrir la deserción de miles decombatientes.
Las FARC reiteraron su disposición"para conversar con el actual gobierno y encontrarle una salidapolítica al conflicto social y armado que vive el país, pero sin ningúntipo de condicionamiento"
"Lo que el presidenteestá exigiendo para conversar deberá ser el resultado de un acuerdo depaz y no la condición previa al diálogo", precisó el grupo rebelde.