El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) concluyeron en agosto una negociación de casi cuatro años en Cuba para poner fin a un conflicto armado de 52 años que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
Llanos del Yarí. La guerrilla de las FARC aprobó por unanimidad el acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia y su transformación en un nuevo partido político, anunció el viernes su máximo líder en la clausura de un congreso del grupo rebelde en el sur del país.
El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) concluyeron en agosto una negociación de casi cuatro años en Cuba para poner fin a un conflicto armado de 52 años que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
El pacto será firmado el lunes en la ciudad de Cartagena por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko".
"Hemos refrendado unánimemente el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera", dijo Londoño en la clausura de la X Conferencia Nacional Guerrillera.
"Las FARC le manifiestan al pueblo colombiano su inclaudicable compromiso con el cumplimiento de la acordado", aseguró el líder guerrillero.
El acuerdo, que contempla el abandono de las armas de la guerrilla y su transformación en un movimiento político, deberá ser refrendado por los colombianos en un plebiscito el 2 de octubre. Todas las encuestas pronostican un triunfo del "Sí" en la consulta.
Como parte del pacto, las FARC tendrán 10 escaños en el Congreso entre el 2018 y 2026.
"Anhelamos que nunca más sea necesario que colombianos y colombianas deban alistarse en armas para hacer escuchar sus voces y hacer sentir sus demandas como nos ha tocado a nosotros", dijo Londoño. "La paz es la más bella de las victorias".
Doscientos delegados de diferentes unidades de las FARC en todo el país se reunieron en Los Llanos del Yarí, un lugar de sabanas y selvas a cinco horas por carretera sin pavimentar desde el pueblo más cercano, para revisar el acuerdo y discutir su reorganización en tiempos de paz.
Aunque los líderes y los combatientes de la guerrilla dicen que van a priorizar el activismo político como civiles, no han suministrado detalles de su plataforma ideológica.
"Nuestra plataforma inicial es la implementación de los acuerdos de La Habana. Nuestras propuestas políticas tendrán que venir de las sugerencias de nuestra base", dijo a Reuters Pastor Alape, miembro del secretariado de las FARC y negociador en las conversaciones en Cuba.
"Comenzamos nuestros esfuerzos políticos clandestinamente y ahora aspiramos legalmente abrir nuestras iniciativas, junto con todos los sectores de la sociedad", agregó.
El acuerdo de paz, plasmado en un texto de 297 páginas, incluye complejos temas como el acceso a la tierra para los campesinos pobres, garantías para la participación en política de los guerrilleros desmovilizados, lucha contra el narcotráfico, justicia, víctimas, desminado y búsqueda de desaparecidos, entre otros.
Las FARC pueden encontrar un punto de apoyo electoral entre los campesinos pobres y en la izquierda, pero muchos colombianos rechazan la posibilidad de que puedan ejercer cargos políticos de elección popular.
El proceso de reintegración a la sociedad de los antiguos integrantes de las FARC estará lleno de desafíos y muchos ex combatientes podrían unirse al más pequeño Ejército de Liberación Nacional (ELN) o a bandas criminales dedicadas al narcotráfico y a la minería ilegal, de acuerdo con analistas.
