Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", y Nicolás Rodríguez "Gabino", jefes máximos de las FARC y ELN, respectivamente, dijeron que para alcanzar una solución al conflicto armado que por más de medio siglo efecta a Colombia, resulta ineludible democratizar al país.
La Habana. Los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) aseguraron hoy que es indispensable desterrar la violencia de la vida política para lograr la paz definitiva en el país suramericano.
En conferencia de prensa ofrecida en La Habana, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", y Nicolás Rodríguez "Gabino", jefes máximos de las FARC y ELN, respectivamente, dijeron que para alcanzar una solución al conflicto armado que por más de medio siglo efecta a Colombia, resulta ineludible democratizar al país.
"Mantenemos objetivos comunes, con caminos diversos, pero complementarios, como el de buscar que la sociedad tenga una función protagónica en el logro de la paz", afirmaron los guerrilleros al dar lectura a un comunicado conjunto.
De igual forma expusieron que el compromiso y la responsabilidad en este proceso deben ser compartidos, tanto por las FARC, el ELN como por el gobierno y la comunidad internacional, en la búsqueda de profundas transformaciones que promuevan justicia social y dignidad a los colombianos.
"Buscaremos que el presente esfuerzo por la solución política, comprometa a las distintas fuerzas que participan en el debate hacia las elecciones de 2018 y trataremos de evitar que los llamados a la guerra, que hace la extrema derecha no hagan reversar este impulso por el logro de un nuevo país con equidad", señaló el texto.
Londoño y Rodríguez reconocieron al gobierno de Juan Manuel Santos por su disposición al facilitar el segundo encuentro, el primero realizado en La Habana, entre ambas organizaciones en aras de favorecer el diálogo en la búsqueda de una solución política al conflicto armado.
Los dirigentes agradecieron el aporte de la comunidad internacional, especialmente de Cuba, Venezuela y Noruega, por suscitar esta reunión de dos días que calificaron de "fructífera", pues demostró que son más las coincidencias que las diferencias en el camino por la paz.
Además indicaron que esperan que estos intercambios se mantengan como "mecanismo permanente de coordinación y diálogo conjunto".
Las FARC compartirán con el ELN sus experiencias al haber transitado recientemente por un proceso similar que concluyó a finales del pasado año con la firma de un acuerdo de paz, actualmente en vías de implementación.
Por su parte, el ELN, segundo grupo guerrillero de importancia en Colombia, tratará de avanzar en este sentido, pues como se ha anunciado, la segunda ronda de conversaciones con el gobierno de Santos se desarrollará en Quito, Ecuador, en los próximos días.
Aunque Rodríguez advirtió que se trata de un asunto complejo, donde no hay cabida para la precipitación, porque no basta con la voluntad y la disposición de la insurgencia.
"Construir consensos es algo que va más allá de las partes, por eso hemos insistido en que la sociedad, sobre todo la excluida, tenga un papel protagónico", subrayó.
Por su parte, el comandante máximo de las FARC aseveró que "nos la estamos jugando por la paz y nos la seguiremos jugando", pese a las dificultades que se han presentado en la implementación de los acuerdos suscritos con el gobierno.
Dentro de ellos se refirió a las precarias condiciones con que cuentan las zonas de desmovilización prometidas por Santos para la concentración de los guerrilleros y el retraso, por cuestiones logísticas, de la comisión de Naciones Unidas en la recogida de las 900 caletas (depósitos) con armas y explosivos entregados por las FARC.
Sin embargo, los jefes máximos de los dos grupos insurgentes señalaron al paramilitarismo como el mayor obstáculo y peligro para alcanzar la paz definitiva en el país.
"No vemos voluntad del gobierno por luchar contra el paramilitarismo como fenómeno que amenaza la paz", afirmó Rodríguez.
"Se han asesinado muchos líderes sociales, populares, que defienden los derechos humanos en todo este proceso con las FARC y el ELN y eso es contradictorio. La paz no puede ser retórica, tiene que ser hechos", apuntó.
Colombia es la única nación de América Latina donde persiste desde hace más de 50 años un conflicto armado interno con consecuencias humanas y económicas devastadoras.
Por esa razón, los principales grupos insurgentes, junto al presidente Santos, decidieron poner fin a esta situación y en noviembre de 2012 en La Habana (FARC) y febrero de 2017 en Quito (ELN), representantes de las partes dieron inicio a las respectivas fases públicas del diálogo por la paz.
A esos esfuerzos bilaterales se suman estas reuniones entre delegaciones de ambas guerrillas para concertar posiciones e intercambiar experiencias con el propósito de sentar las bases para alcanzar una paz estable y duradera en Colombia, construida ésta a partir de una visión plural.