La puesta en funcionamiento de las nuevas megacárceles en El Porvenir, Francisco Morazán y en La Acequia, que suman una capacidad para 4.500 reos, ayudará a enfrentar el problema.

Con una población carcelaria de al menos 16.103 reclusos, los 24 centros penales de país tienen un cien por ciento de hacinamiento, problema que sería solucionado con la puesta en funcionamiento de las nuevas megacárceles en El Porvenir, Francisco Morazán y en La Acequia, en el departamento de Santa Bárbara. Juntas tendrán la capacidad para 4.500 privados de libertad.

Según datos de la Secretaría de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, las cárceles de Honduras tienen una capacidad para 8.625 privados de libertad, pero hay una sobrepoblación de 7.706 presos, de estos, sólo 6.770 tienen una sentencia firme al ser vencidos en un juicio oral y público.

Solo en el último año la población penitenciaria aumentó en 1.100 reclusos.

El resto de los reos están a la espera de un juicio para conocer si recuperan la libertad o permanecerán en medio de personas particulares que con el paso del tiempo se han convertido casi en su familia.

Hacinamiento. Los casos más severos de hacinamiento se dan en la Penitenciaria Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), que tiene una capacidad para 1.800 reos y alberga a 4.451; San Pedro Sula, con 2.908 reos y la capacidad real es para 1.300; Puerto Cortés tiene 226 presos y el establecimiento es apto para 40. En la cárcel de El Progreso hay 448 reos cuando solo deberían estar cien; Santa Rosa de Copán con 698 y la capacidad es para 300; en Santa Bárbara se tiene a 391 privados de libertad y el establecimiento es para 150.

La sobrepoblación también se presenta en el presidio de La Ceiba, que solo debería tener 150 reos y tiene 338; en Olanchito son 190 los reos y el espacio es para 60; en Trujillo tienen 408 presos y el lugar es para 150. En Danlí hay 669 presos y la cárcel tiene capacidad para 205; en La Esperanza hay 365 reclusos cuando solo deberían estar 90 y en Nacaome se tiene la capacidad para albergar a 120 presos y tienen 342.

Soluciones. Al respecto, Orlando Francisco García, inspector general del Instituto Penitenciario, sostuvo que se trabaja en una planificación para mejorar la infraestructura de las 24 cárceles, así como la movilización de los reos, entre otras cosas. La planificación se está haciendo de una manera integral con mayor énfasis en la reducción del hacinamiento, eliminar la corrupción, mejorar las condiciones de vida y eficientar las medidas de seguridad en todo el sistema penitenciario.

“El hacinamiento queremos reducirlo en 40%, porque si no se toman las medidas preventivas podemos llegar a un colapso en el 2017, en que se supone que la población penitenciaria estaría llegando a 19.000; entonces, eso significa un colapso en cuanto al hacinamiento”, afirmó.

Para evitar este colapso, las autoridades carcelarias en conjunto con la viceministra de Derechos Humanos, Karla Cueva, y el ministro Rigoberto Chang Castillo, tomaron la decisión de dinamizar los comités interdisciplinarios para que realicen un censo a nivel nacional de los reclusos que están por cumplir su condena y que pudieran gozar del beneficio de la preliberación.

“Ellos tendrán que hacer una auditoría de expedientes para evitar que haya una mora en cuanto a aquellas personas que ya tienen un tiempo para que puedan gozar de ese beneficio de ir a sus casas, regresar a las cárceles los fines de semana y eso nos permitirá ir reduciendo el hacinamiento en las cárceles”, explicó el coronel.

Previo a ser seleccionados, los presos serán debidamente sometidos a evaluaciones psicológicas, sociológicas y médicas.

El militar afirmó que esta medida se estaría implementando en los próximos meses.

“La meta que tenemos es de reducir en un 40% el hacinamiento porque si no tomamos las medidas de prevención ahorita, vamos a tener graves problemas”, sostuvo.

Las nuevas dos cárceles le permitirán a las autoridades resolver parte del hacinamiento y tener cárceles más seguras, por lo que se está entrenando a 300 civiles que serán agentes penitenciarios, según García.

A los reos que gozarán de la preliberación se le sumarán los seleccionados para otorgarles un indulto, por lo que a finales de año, la historia dentro de las cárceles podría ser diferente.

Adiós autogobiernos. Las autoridades penitenciarias aseguran que con la solución del hacinamiento se terminarán los autogobiernos al interior de las 24 cárceles.

Sostuvieron que en los últimos años el principal problema en los presidios ha sido que estos han estado manejados y controlados por los mismos presos, creando una red de corrupción y violencia. Sin embargo, según las autoridades, esto ha cambiado debido a los mecanismos de control impuestos por las nuevas autoridades del Instituto Penitenciario, mismos que son implementados con el visto bueno de los representantes de derechos humanos. Para el próximo año se prevé que la crisis en el sistema carcelario esté solucionado casi en su totalidad.