El presidente haitiano, Michel Martelly, y una multitud reunida en el lugar guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del poderoso terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, que dejó oficialmente 222.570 muertos y daños materiales por US$7.900 millones.
Santo Domingo. Haití conmemoró el cuarto aniversario del terremoto del 2010 con un llamado de sus autoridades a continuar la inmensa tarea de reconstruir el país, cuando se requieren más de US$10 mil millones para lograr ese propósito y casi 150.000 personas siguen viviendo en campamentos para damnificados.
La bandera nacional ondeó a media asta en los edificios públicos y los haitianos participaron en diferentes actos organizados por el gobierno y por entidades privadas para recordar este día, declarado de "recuerdo y reflexión", a las miles de personas que hace cuatro años perdieron la vida en cuestión de segundos.
"El deber de la memoria que nos impone la conmemoración del 12 de enero del 2010 nos desafía, cuatro años más tarde, sobre la necesidad de acercarnos más como pueblo para continuar con el trabajo conjunto de la reconstrucción de nuestro querido Haití sobre mejores bases", afirmó el presidente haitiano, Michel Martelly, ante miles de personas.
El gobernante, que se mantuvo escribiendo "twits" en créole con reflexiones sobre la fecha, encabezó un acto en Champ de Mars, la principal plaza pública de la ciudad ubicada al lado del palacio nacional, sede del Ejecutivo.
A las 16:53 hora local (21:53 GMT), Martelly y una multitud reunida en el lugar guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del poderoso terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, que dejó oficialmente 222.570 muertos y daños materiales por US$7.900 millones.
"Los haitianos somos como el junco, que se dobla pero nunca se rompe", afirmó el mandatario.
Martelly se trasladó luego a la localidad de Titanyen, 20 kilómetros al noroeste de Puerto Príncipe, donde se encuentra un memorial sobre la fosa común más grande cavada días después del terremoto.
Una comitiva oficial también visitó el Museo del Panteón Nacional, donde fue inaugurada la exposición fotográfica "Nuevas perspectivas sobre el futuro", que muestra los progresos de la reconstrucción y los grandes proyectos de infraestructura.
"Esta no es una de las tareas más fáciles, pero seguimos haciendo nuestro mejor esfuerzo, dentro de circunstancias realmente difíciles para enfrentar cada desafío", dijo el primer ministro, Laurent Lamothe, que hoy volvió a recordar los logros de su gobierno en el proceso de reconstrucción del país.
El viernes, en una conferencia de prensa, el jefe del gobierno haitiano dijo que ha habido avances significativos en áreas como la inversión, el medio ambiente y el turismo, y afirmó que se adoptaron medidas para acelerar el proceso para la culminación de varios proyectos y el desarrollo de códigos de construcción para asegurar que el país no sufra tantos daños en caso de un nuevo sismo.
Lamothe destacó el cierre de más de 1.200 campamentos para damnificados, la reubicación de 1,3 millones de personas, y la recuperación de "prácticamente todos los lugares turísticos de todo el país" como algunos de los logros obtenidos en el último año.
También puso de relieve programas sociales que han permitido subvencionar la educación de casi 1,6 millones de niños, 400.000 más que en el 2012, y que dieron de comer cada día a 97.000 personas en extrema pobreza.
"Hay esperanzas y seguimos construyendo los cimientos de la sociedad haitiana, una en la que los ciudadanos puedan sentirse orgullosos de sí mismos y de sus líderes", señaló Lamothe.
Desde el 2010 a la fecha, el número de desplazados se redujo de 1,5 millones a 146.573 personas (90%), que viven todavía en alguno de los 271 campos para damnificados que todavía permanecen en el país, según el más reciente reporte de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en Haití (OCHA).
Widlyn Dornevil, portavoz de OCHA, destacó los esfuerzos del gobierno y de la comunidad internacional para lograr la reubicación, pero advirtió que necesidades básicas como la alimentación y la salud deben ser cumplidas, cuando los damnificados se enfrentan aún a desalojos forzosos y al saneamiento precario.
Entre tanto, la representante especial del secretario general de la ONU en Haití, Sandra Honoré, se sumó al homenaje a los haitianos y extranjeros que perdieron sus vidas "en el trágico suceso", y de los que sufrieron en carne propia los efectos de la tragedia.
"La familia de las Naciones Unidas continúa apoyando los esfuerzos de las autoridades de Haití en su trabajo de recuperación y reconstrucción del país para beneficio del pueblo haitiano", dijo Honoré, y agregó que la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) seguirá centrándose en las actividades conjuntas de los programas establecidos con el gobierno haitiano.
De su lado, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el secretario adjunto del mismo organismo y presidente del Grupo de Países Amigos de Haití, Albert Ramdin, saludaron los logros obtenidos en cuatro años y llamaron al pueblo haitiano a no dar marcha atrás al proceso de reconstrucción nacional.
"Hemos visto al gobierno y al pueblo de Haití perseverar en el trabajo a pesar de las dificultades, encontrar oportunidades y resultados tangibles. Hoy en día, aunque aún queda mucho por hacer, Haití puede demostrar resultados concretos y su viaje es una inspiración", dijo Insulza.
El funcionario agregó que la "estabilidad política, el buen gobierno y la democracia contribuyen al crecimiento en Haití", por lo que expresó su confianza en que las medidas adoptadas por el gobierno, el Poder Legislativo y otros sectores culminen en la realización de elecciones parciales lo antes posible.
Ramdin, entre tanto, felicitó al gobierno por los logros alcanzados hasta el momento, y destacó que cuatro años después del sismo el interés por los negocios y el desarrollo de Haití aumentaron al igual que las oportunidades para la educación.
Haití debe elegir este año a una tercera parte del Senado (diez senadores), 142 concejales y 570 asambleístas en todo el país.
El proceso sufrió meses de retraso por pugnas entre el Ejecutivo y el Legislativo sobre la conformación del tribunal electoral, y luego por diferencias en cuanto a la ley que debe servir como base para llevar a cabo las elecciones.
A la fecha, cuarenta organizaciones políticas se han registrado para participar en los comicios convocados tentativamente para el próximo 26 de enero, aunque sin los principales partidos de oposición, que se negaron a inscribirse debido a que la ley electoral no había sido promulgada al momento de realizarse la convocatoria.