El gobernador desestima la ventaja de dos dígitos que dan a su rival las principales encuestas y mantiene su frenética campaña en el país a un ritmo que Chávez, tras un año de tratamiento contra el cáncer, no ha podido igualar.
Venezuela. Hugo Chávez se cree todopoderoso, pero su escaso contacto con los venezolanos y una propuesta "reciclada" de gobierno lo empujarán a una contundente derrota en las elecciones presidenciales de octubre, dijo el candidato de la oposición Henrique Capriles.
El gobernador desestima la ventaja de dos dígitos que dan a su rival las principales encuestas y mantiene su frenética campaña a lo largo y ancho del país visitando hasta seis pueblos por día a un ritmo que Chávez, tras un año de tratamiento contra el cáncer, no ha podido igualar.
Para Capriles, de 40 años, esa será la clave: su "presencia física" vencerá a "los afiches" del mandatario, que inundan las calles del país petrolero.
"(Chávez) cree que está por encima de los venezolanos y a la par de Dios. Todo esto tiene un costo. Y el 7 de octubre veremos el reflejo", sentenció optimista Capriles en una entrevista, a bordo de su autobús de campaña, mientras visitaba humildes poblaciones en un tradicional feudo chavista.
"Yo no veo una final de fotografía (...) Nosotros podemos tener una victoria contundente", agregó el que fuera el presidente más joven en la historia del extinto Congreso de la República. "Nunca he perdido una elección", advirtió.
El abogado comenzó una fulgurante carrera política a los 26 años. Fue diputado, alcalde y, a partir de 2008, gobernador del populoso estado Miranda tras vencer contra todo pronóstico a uno de los hombres fuertes del presidente.
Capriles niega día tras día que su plan de gobierno incluya terminar con los planes de asistencia social que son la base de la alta popularidad de Chávez, pero asegura que sí acabará con la inseguridad, la corrupción y la falta de empleos de calidad.
Pese a su optimismo, nadie en Venezuela puede desdeñar el fabuloso aparato político de Chávez, que goza de un núcleo duro de seguidores que puede llenar las calles del centro de Caracas en cuestión de horas.
El mandatario se muestra ahora mucho más activo y fuerte que hace unos meses, con permanentes apariciones en televisión para inaugurar obras de gobierno, anunciar nuevas ayudas sociales o hablar de los planes económicos para el sexenio 2013-2019, a veces en "cadena nacional", un formato que obliga todos los medios, públicos y privados, a transmitir la señal estatal.
El candidato de la coalición opositora denuncia que el militar retirado de 58 años usa los recursos públicos para impulsar su campaña, solapando al Chávez presidente y al Chávez candidato.
A la caza de descontentos. La coalición opositora, consciente de que sus agrias divisiones internas fueron durante años su mayor debilidad, logró unirse en torno a Capriles tras unas inéditas primarias a las que acudieron a votar más de tres millones de personas, disparando el optimismo entre los adversarios del mandatario.
Capriles ha visitado unos 160 pueblos desde que arrancó la campaña en julio con una misión clara: seducir a partidarios de Chávez desencantados por la excesiva burocracia y la corrupción que han aparecido en el gobierno y que el propio presidente denunció y juró eliminar si es reelecto.
"Sé que la mayor parte de estos pueblos son pueblos a los que se le han hecho promesas que no se le han cumplido, que hay mucha decepción", sostuvo Capriles, a quien el gobierno ataca diariamente por sus orígenes acomodados calificándolo de "burgués", "candidato del imperio" y "fascista".
"El gobierno hoy está totalmente sin rumbo, reciclando promesas, volviendo a hacer las promesas que hizo seis años atrás y no cumplió", se quejó el aspirante, quien, al igual que Chávez no tiene pareja y levanta pasión entre sus seguidoras. "Todo es 're': reimpulsar, reafirmar, renovar, refritar", agregó.
"El flaquito", como le llaman sus simpatizantes, insiste en que su opción es una "izquierda moderada" inspirada en el modelo brasileño de mercado libre con fuerte acento social.
Capriles cree que Chávez ya ha dado todo lo que tenía que dar y clama por todos los rincones de la nación latinoamericana rica en petróleo que el tiempo del "presidente saliente" ha acabado.
"Un gran doctor". Al inicio de la contienda electoral todo apuntaba a que la salud de Chávez marcaría la campaña luego de que en el último año se sometiera a tres operaciones en las que le extirparon dos tumores cancerosos en la región pélvica, con tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Durante meses, Chávez realizó constantes viajes a Cuba para recibir tratamiento mientras el país entero especulaba con la posibilidad de que iba a llegar a la campaña muy disminuido o incluso en un desenlace fatal a tenor de los permanentes rumores que circulaban.
Sin embargo, en el inicio de la campaña el mandatario se declaró de nuevo plenamente curado, pese a que los doctores advierten que deben pasar varios años antes de que se pueda manifestar que un paciente está libre del cáncer.
"Ojalá que haya sido una recuperación absoluta. Él dijo que se había recuperado y tomamos como ciertas sus palabras", dijo Capriles.
Aunque lejos de sus habituales marcas de campaña, Chávez se ha mostrado en un puñado de multitudinarias concentraciones en las que se le ha visto cantar, bailar y hablar durante horas, tan enérgico que muchos en la oposición creen que podría haber manipulado su estado de salud políticamente.
Analistas opinan que la enfermedad del mandatario sirvió para aglutinar a su base y crear un "efecto simpatía" que le dio un empujón en los sondeos cuando su popularidad se resentía por la criminalidad, la inflación y las fallas en los servicios.
"No quiero especular. Me contenta que sea así (la recuperación)", dijo el aspirante opositor.
Pero, en tono jocoso, Capriles se apuntó parte del mérito en la espectacular recuperación de su contrincante.
"En estos días decía alguien que yo era un gran médico. Desde que empezó esta campaña le quitamos todo al candidato del gobierno. ¡Qué bueno!", exclamó. "Ya no viaja a Cuba, ya no hay tratamiento, ya no hay nada", aseguró entre risas.