Como aún faltan cupos por adjudicar, no queda claro si la oposición tendrá los suficientes diputados como para lograr una mayoría de tres quintas partes o de dos tercios del parlamento y las potestades que derivan de eso.
Caracas. El líder opositor venezolano Henrique Capriles dijo este lunes que el número de cupos ganados por su coalición en las elecciones de la Asamblea Nacional seguía aumentando, lo que abría las posibilidades de conquistar la mayoría calificada del parlamento.
La coalición opositora de Venezuela le arrebató al socialismo gobernante el control del parlamento por primera vez en 16 años en las elecciones del domingo, impulsada por el descontento de muchos venezolanos ante una grave crisis económica de alta inflación, recesión y escasez.
"¡Sigue subiendo la cifra de Diputados!", dijo el gobernador a través de su cuenta en Twitter el lunes.
La oposición logró al menos 99 escaños de los 167 de la Asamblea Nacional unicameral y el chavismo cuanto menos 46, según datos difundidos en la madrugada del lunes por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que agregó que restaban escaños por definir.
La coalición convocó a los medios cerca del mediodía para hacer nuevos anuncios.
Como aún faltan curules por adjudicar, no queda claro si la oposición tendrá los suficientes diputados como para lograr una mayoría de tres quintas partes o de dos tercios del parlamento y las potestades que derivan de eso.
Como mínimo, la Mesa de Unidad (MUD) podrá aprobar -con la mayoría simple que ya se aseguró- el presupuesto nacional y créditos adicionales, iniciar investigaciones a funcionarios públicos y aprobar una publicitada Ley de Amnistía que busca liberar a quienes consideran "presos políticos".
Pero de lograr al menos 101 diputados, sus posibilidades se amplían. Con las tres quintas partes de los escaños, la oposición estaría en condiciones de emitir votos de censura contra el vicepresidente o los ministros, que eventualmente podrían conducir a su destitución.
Y si remontan hasta los 112 asientos, es decir los dos tercios, podrían aprobar leyes orgánicas, pasar reformas constitucionales y potencialmente reemplazar a miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el CNE, aunque sólo si logran apoyo de la fiscalía, la defensoría y la justicia.
De cualquier manera, el triunfo de la MUD supone un punto de quiebre que abriría un nuevo balance de fuerzas en Venezuela y daría vigor a una oposición que, por primera vez desde que el fallecido Hugo Chávez asumió en 1999, actuaría de contrapeso.
"No estamos contentos. Si Chávez viviera le hubiese dado duro a la escasez, a los bachaqueros (personas que venden productos en el mercado informal). Nicolás Maduro tiene que poner más carácter", dijo Esperanza Araujo, trabajadora doméstica de 65 años, en un comando de campaña del chavismo.
Aliados y mercados. Los precios de los bonos venezolanos subían sostenidamente en la jornada del lunes, impulsados por la victoria de la oposición que generó expectativas de reformas económicas en el país petrolero.
Los bonos venezolanos con vencimiento al 2022, 2028 y 2038 ganaban cerca de 3 centavos de dólar, mientras que la cotización del bono marcador de la deuda venezolana, que vencen en 2027, subía 2,9% en las primeras horas. Los precios de los papeles de PDVSA aumentaban más de 2,5 centavos de dólar al inicio del lunes.
"Los bonos van a subir con fuerza hoy. Este es un cambio muy importante. Es el principio del final del gobierno de Nicolás Maduro", dijo a Reuters Jorge Piedrahita, analista de la firma Torino Capital, quien consideró que va a mejorar la percepción de la deuda venezolana a largo plazo.
El nuevo contrincante ideológico de Venezuela, Argentina, felicitó el gesto de aceptación de los resultados del presidente, y por ende, descartó aplicar la cláusula democrática para suspender al país petrolero del bloque Mercosur, dijo la canciller del presidente electo Mauricio Macri.
Mientras, los aliados regionales del presidente enviaron mensajes de respaldo a su Gobierno tras la derrota, que el ex conductor de autobús dijo fue el resultado de una guerra económica contra su administración.
Desde Cuba, el líder comunista Raúl Castro, prometió frente a esta coyuntura seguir al lado de su principal amigo de la región y auguró "nuevas victorias de la Revolución Bolivariana".
El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó el lunes a "una profunda reflexión" de los gobiernos "progresistas" de Latinoamérica.