Tras la muerte de tres personas durante las manifestaciones llevadas a cabo en rechazo al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, la oposición volvió a convocar para este jueves a nueva jornada de protesta.
Mientras que Maduro acusó a la oposición de propiciar la violencia en las calles con unas protestas que, según afirmó, carecen de motivo, el líder de la oposición Henrique Capriles llamó a una nueva manifestación en Caracas en reclamo de la restitución del orden constitucional.
"Si millones de personas salieron hoy a las calles, aún más deberán salir mañana", dijo Capriles, al tiempo que cuestionó la muerte de un joven y una mujer durante la marcha de ayer, miércoles.
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, expresó públicamente su preocupación de que el gobierno de Maduro no permita expresarse a la oposición y lo acusó de estar violando la Constitución del país.
"Nos preocupa que el Gobierno de Maduro esté violando su propia Constitución y no esté permitiendo que se escuchen las voces de la oposición ni permitiendo a esta que se organice para expresar los puntos de vista del pueblo venezolano", manifestó en Washington.
Maduro: "Plan golpista diseñado en Washington". Al cumplirse el miércoles cuatro de los seis años de mandato de Maduro, la oposición y el oficialismo salieron a las calles para manifestar su rechazo y apoyo al gobernante que se autocalifica de socialista.
Maduro afirmó que las protestas en su contra forman parte de un "plan golpista diseñado en Washington" y puesto en práctica por sus "borregos" en Venezuela, lo que fue rechazado por Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Mientras el oficialismo marchó en calma y al ritmo de la música en apoyo de Maduro, la masiva concentración de la oposición no pudo avanzar a través de la autopista Francisco Fajardo hacia la Defensoría del Pueblo, pues encontró una barrera de policías y soldados que dispararon inmediatamente gases lacrimógenos.
Jornada de protesta con tres muertos y dos heridos. La jornada tuvo un saldo parcial de tres muertos y dos heridos. El diputado opositor Juan Requesens confirmó la muerte de una mujer de 23 años en la ciudad de San Cristóbal, en la región andina de Táchira. Al parecer, la muerte fue causada por un balazo.
Previamente, la Fiscalía había informado que un joven de 17 años recibió un disparo en la cabeza en un confuso incidente en medio de la marcha opositora en Caracas. El joven fue llevado a una clínica para ser operado, pero murió en el quirófano.
Más adelante, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, informó en su programa televisivo que un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana habia muerto durante una manifestación en San Antonio de los Altos, en el estado Miranda, un hecho que, de acuerdo con medios locales, atribuyó a la oposición.
"Acaban de asesinar a un Guardia Nacional en San Antonio de Los Altos. Capriles y su combo de asesinos andaban buscando muertos", dijo Cabello, según reseñó el diario "El Nacional". El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, confirmó la muerte del funcionario vía Twitter, afirmando que el responsable fue un francotirador.
Ocho muertos en protestas desde el 4 de abril. Las víctimas mortales se suman a los seis muertos registrados desde el 4 de abril, cuando la oposición salió a las calles a protestar contra los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que firmaron dos sentencias que despojaron a la Asamblea Nacional (Congreso) de sus atribuciones.
"Van ocho fallecidos con nombre y apellido por parte de los órganos de defensa del Estado sin ninguna justificación", dijo Capriles en una rueda de prensa al presentar un balance.
Señaló que la represión policial dejó 40 heridos y que el número no confirmado de detenidos pasa de 100. Aunque las sentencias fueron suprimidas parcialmente, los diputados señalan que los magistrados deben ser castigados por el golpe de Estado.
"No descansaremos hasta que en Venezuela se recupere el hilo constitucional. A la misma hora nos veremos nuevamente mañana y en los mismos puntos, porque la lucha por la democracia no termina. Mañana convocamos a toda la ciudadanía nuevamente a la calle a
combatir el Plan Zamora", señaló al referirse al plan militar que activó Maduro la noche del martes para enfrentar el supuesto intento golpista de la oposición.
Activacion del plan contra supuesto golpe de Estado. En la concentración oficialista, Maduro acusó a la oposición de propiciar la violencia en las calles con sus protestas que, según dijo, no tienen motivo, ya que consideró imposible la destitución de los magistrados cuestionados por la mayoría opositora de la Asamblea Nacional.
Asimismo, consideró que las fuerzas del orden pudieron "liberar" las autopistas que fueron ocupadas por la marcha opositora. La policía reprimió la masiva marcha opositora apenas se movilizó rumbo a la Defensoría del Pueblo, el centro de Caracas, que está en el municipio Libertador, el cual está prohibido por las autoridades para las marchas de oposición.
La concentración opositora desde la plaza Altamira, en el este, marchó con varios dirigentes al frente por la autopista Francisco Fajando, con el objetivo de llegar a la Defensoría del Pueblo, pero encontró un cordón de policía que comenzó rápidamente a arrojar bombas de gases.
Maduro señaló que las autoridades detuvieron a más de 30 "encapuchados", a los que acusó de tener planes de violencia y responsabilizó al líder legislativo Julio Borges de la violencia en las protestas y al mismo tiempo lo acusa de exigir la destitución de los magistrados cuestionados.
Maduro recordó que la noche del martes firmó una orden activando un plan especial militar para contener un supuesto golpe de Estado, del cual acusó a la oposición y al Departamento de Estado norteamericano.