Sofía Castro, la hija de la Primera Dama, Angélica Rivera, con el productor de telenovelas de Televisa, José Alberto, minimizó la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
A pesar de que la desaparición y presunta ejecución de los 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, caso que ha generado desde el pasado 26 de septiembre movilizaciones en varias partes de la República y que ha sido factor para que varios países pongan los en México, no es un tema, al parecer, de importancia para la hijastra del presidente Enrique Peña Nieto, Sofía Castro.
La joven actriz Sofía Castro, hija de la primera dama Angélica Rivera, y fruto de su antiguo matrimonio con el productor José Alberto Castro, restó importancia al tema de los normalistas de Ayotzinapa en el marco de la entrega de los Premios Arlequín 2014, evento que reconoce la trayectoria de personalidades de la televisión mexicana.
Al ser entrevistada sobre el casi Iguala, la joven actriz excusó: “Mira mi amor, yo creo que ahorita no es buen momento para hablar de ese tema (…) yo creo que como todo México está en duelo, conmocionado por lo que está pasando, pero creo que ahorita no es momento de eso, ahorita venimos a disfrutar y a recibir mi premio que estoy muy contenta”, expresó ante varios medios mexicanos.
Luego de las declaraciones de Castro, en las redes sociales se ha generado un sinfín de cuestionamientos y críticas al respecto bajo el hashtag #VenimosADisfrutar.
No es la primera vez que la “familia presidencial” está presente en las redes sociales sobre el caso Iguala, ya que también se generó polémica al conocer que sí se efectuaría la gira de trabajo del presidente Enrique Peña Nieto por China y Australia y la presunta compañía del maquillista de la Primera Dama, Angélica Rivera, quien acompaña el titular del ejecutivo a la XXII Cumbre de Líderes Económicos de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico).
Además, se suman a las críticas la lujosa mansión de La Lomas cuyo valor oscila en siete millones de dólares, que está a nombre de una empresa que hace negocios con el Estado Mexicano y que presuntamente es propiedad de la Primera Dama.