Se trata de la primera sentencia por pederastia en el seno de la Iglesia Católica en el país sudamericano.
La sentencia, que medios locales califican de "histórica", señala que la Diócesis de Líbano-Honda, en el departamento de Tolima, tiene responsabilidad en el abuso de dos hermanos de siete y ocho años por parte de un clérigo de una de sus iglesias. Los hechos se produjeron en 2007, cuando una pareja de campesinos, debido a su situación de pobreza, solicitó ayuda espiritual y económica al sacerdote Luis Enrique Duque para dos de sus seis hijos.
"El aludido clérigo, aprovechándose de su actividad pastoral y sacerdotal (...) y de la inmadurez sicológica de los menores, los sometió y accedió carnalmente, causándoles graves lesiones físicas en sus partes íntimas e intensos traumas psicológicos", dice la sentencia. El sacerdote fue condenado a más de 18 años de cárcel en 2008, pero por un recurso de apelación quedó libre y posteriormente fue enviado a cumplir misiones sacerdotales a la ciudad de Ibagué.
Sin posibilidad de recurso. De acuerdo con la sentencia, la Iglesia como institución tiene la obligación legal de reparar los daños que un clérigo causa a sus feligreses en razón o con ocasión del desempeño de su misión pastoral. La Corte sostiene que "no existen clérigos que se administren solos o estén por fuera de la autoridad de una iglesia particular, es decir, de una diócesis u otra circunscripción eclesiástica que le sea asimilable", y en consecuencia obliga a pagar a la institución 800 millones de pesos (unos US$277.000).
La multa se hará efectiva a las víctimas, a quienes la Diócesis "hasta el último momento ha negado el derecho al resarcimiento de su dignidad e integridad personal y moral, muy a pesar de la contundencia y gravedad del perjuicio ocasionado, y contrario a las enseñanzas y valores que pregona esa organización religiosa", sostiene la sentencia. Sobre este fallo no cabe recurso.