El gobierno de Porfirio Lobo desistió de las acciones emprendidas por el régimen de Roberto Micheletti, quien cuestionó que el país sudamericano acogiera en su embajada al derrocado mandatario.
Ámsterdam. Honduras retiró una demanda presentada contra Brasil ante la Corte Internacional de Justicia, debido a que han mermado las tensiones en una disputa por la decisión brasileña de permitir que el derrocado presidente Manuel Zelaya permaneciera en una de sus embajadas.
El régimen de facto de Honduras inició en octubre pasado los procedimientos judiciales en la Corte Mundial, en un intento por hacer que Brasil dejara de dar refugio a Zelaya en su embajada en Tegucigalpa.
Brasil había impugnado la maniobra, argumentando que Honduras no tenía razones para presentarla.
El máximo tribunal de Naciones Unidas, con sede en la Haya, dijo que Honduras había pedido el 30 de abril que el caso fuese retirado y el tribunal accedió a la petición el 12 de mayo.
Zelaya se refugió inicialmente en la embajada brasileña en la capital hondureña, después de que un golpe de Estado lo forzó a dejar el poder el año pasado, pero más tarde huyó al exilio en República Dominicana, terminando con una crisis política de meses.
En enero, el nuevo presidente hondureño, Porfirio Lobo, un líder opositor electo en noviembre, asumió el poder pero los países de la agrupación política de naciones sudamericanas Unasur, que incluyen a Brasil, han evitado mantener contacto con él.
Sin embargo, Lobo ha sido reconocido por Estados Unidos, la Unión Europea y la mayor parte de Centroamérica y a pesar de que Brasil no ha descartado mantener relaciones con el nuevo gobierno hondureño, primero quiere alcanzar una postura común con la región.