En medio de un fuerte despliegue militar, los miembros de las poderosas pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 fueron reubicados desde la superpoblada cárcel Marco Aurelio Soto a la prisión de alta seguridad conocida como "El Pozo ll", situada al este de la capital hondureña.
Tegucigalpa. Unos 773 pandilleros fueron trasladados el martes a una cárcel de máxima seguridad de Honduras, completando la reubicación de alrededor de 2.000 reos de alta peligrosidad para evitar que sigan utilizando los penales como centros de operación criminal, informó el Gobierno.
En medio de un fuerte despliegue militar, los miembros de las poderosas pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 fueron reubicados desde la superpoblada cárcel Marco Aurelio Soto a la prisión de alta seguridad conocida como "El Pozo ll", situada al este de la capital hondureña.
"Hoy podemos afirmar que los 2.000 reclusos más peligrosos del país están totalmente aislados (en cárceles de alta seguridad)", dijo el presidente Juan Orlando Hernández en conferencia de prensa.
En la operación participaron más de 3.000 efectivos militares, unos 245 vehículos, varios de ellos armados con ametralladoras, y cinco aeronaves, dijo el Gobierno.
La reorganización de los presidios se inició en marzo para tratar de romper las mafias que, según las autoridades, permiten a los cabecillas pandilleros planear y ordenar asesinatos, extorsiones y narcotráfico desde las cárceles.
Este último traslado ocurrió después de que 18 miembros de la Mara Barrio 18 escaparan de la cárcel Marco Aurelio Soto la semana pasada. Según investigaciones de la prensa local, los criminales habría sobornado a autoridades y custodios del penal, considerado de mediana seguridad.
Honduras, uno de los países más pobres y violentos de América Latina, cuenta con una treintena de cárceles, muchas de las cuáles se han vuelto ingobernables, pues alojan arriba de 17.000 reos, más del doble de su capacidad.