El presidente venezolano dijo que planea estar de vuelta en Venezuela este jueves y adelantó que pocos días después viajará a Cuba nuevamente para someterse al segundo ciclo de radioterapia, pero no especificó cuándo culminará el tratamiento completo.
Caracas. El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que inició este sábado la primera sesión de radioterapia en Cuba por el cáncer que padece y que continuará su tratamiento en la isla, un procedimiento que podría debilitarlo de cara a los comicios en los que buscará una nueva reelección este año.
Chávez arribó a La Habana este sábado por la noche, dos días antes de que el Papa Benedicto XVI llegue a la isla procedente de México.
"Llegamos anoche a La Habana y anoche mismo me aplicaron la primera sesión de radioterapia, afortunadamente sin ningún tipo de problema. Hoy, domingo 25, en la noche temprano tengo la segunda aplicación, son cinco aplicaciones consecutivas en esta primera etapa", dijo el mandatario este domingo en un contacto telefónico con el canal de televisión estatal VTV.
Agregó que planea estar de vuelta en Venezuela el jueves y adelantó que pocos días después viajará a Cuba nuevamente para someterse al segundo ciclo de radioterapia, pero no especificó cuándo culminará el tratamiento completo.
"Así es la radioterapia, para los que no lo saben: son cinco sesiones consecutivas y dos días de descanso", detalló Chávez tras pasar revista en forma remota a un proyecto en el central estado Cojedes.
Mientras el mandatario iniciaba el tratamiento -cuyos efectos secundarios podrían limitar su participación en la política cotidiana venezolana durante la campaña más dura desde que llegó al poder en 1999-, miles de simpatizantes organizaron una caminata en el interior del país para pedir por su salud.
"Sabemos que el Comandante Chávez retornará victorioso para seguir en la vanguardia de nuestro pueblo", dijo el ministro de Interior, Tareck El Aissami, quien encabezó la marcha.
Desde la intervención quirúrgica que se le practicó en junio para extraerle un tumor canceroso del tamaño de una pelota de béisbol, el mandatario venezolano ha estado viajando constantemente a Cuba para ser tratado por su dolencia.
Analistas creen que además de su cercana relación con el ex presidente Fidel Castro, a quien suele llamar padre, Chávez busca en La Habana privacidad y tranquilidad mientras se niega a revelar detalles de su afección, que reapareció en febrero luego de que en 2011 el presidente se declarara curado.
El nuevo arribo de Chávez a La Habana coincidirá con la visita de Benedicto XVI, lo que ha desatado especulaciones sobre la preparación de un encuentro entre ambos, en momentos en que el presidente recurre a la espiritualidad en sus discursos.
Sin embargo, un portavoz del Vaticano dijo desde México que no se maneja información oficial sobre la eventual reunión.
"No tenía esta información (...) No somos informados en este sentido", dijo Federico Lombardi el sábado en la noche.
Funcionarios del Gobierno venezolano no estuvieron disponibles para comentar la versión.
Pese a proclamarse seguidor de Cristo y utilizar citas bíblicas en sus discursos, Chávez está enfrentado con los jerarcas católicos en Venezuela, a quienes ha llegado a llamar "diablos con sotana", acusándolos de aliarse con las élites del país petrolero para descarrilar su "revolución socialista".
El militar retirado asegura que los líderes católicos venezolanos dieron la bendición al golpe de Estado que lo sacó del poder por unos días en 2002.
Impacto en carrera presidencial. El tratamiento de Chávez, de 57 años, ha acaparado la agenda política venezolana a menos de seis meses de las elecciones presidenciales, mientras los venezolanos y los mercados se preguntan si el líder socialista estará en forma para luchar por un nuevo mandato de seis años.
Las preocupaciones sobre la salud del mandatario y su capacidad para enfrentar una nueva batalla electoral aumentan a medida que se acerca el mes de julio, fecha en que comienzan formalmente las campañas.
El convaleciente mandatario deberá medirse en octubre con el joven gobernador Henrique Capriles, de 39 años, que tras convertirse en el candidato único de la oposición en febrero se ha lanzado a un recorrido casa a casa buscando seducir a los partidarios del oficialismo.
Sin embargo, hay versiones contradictorias entre la intención de voto hacia el popular y locuaz mandatario.
Tres recientes sondeos le dan una ventaja de más de 20 puntos sobre Capriles, aunque una respetada encuestadora asegura que el presidente y el líder opositor están en un empate técnico que será dirimido por los indecisos.
"Parte de mi trabajo es la vida, que ya no es mi vida, es del pueblo (...) Les agradezco tanto ese amor, ese despliegue esas oraciones", dijo Chávez antes de despedirse.
Chávez, quien esta vez no solicitó autorización de la Asamblea Nacional para ausentarse como hizo durante el tratamiento de quimioterapia al que se sometió el año pasado, aclaró que sus viajes a La Habana serán de corta duración.
Una fuente médica cercana al caso de Chávez dijo que el Hospital Militar de Caracas terminó la implementación de paredes de plomo en uno de sus pisos, con lo que está listo para aplicar radioterapia al mandatario, que adelantó que podría hacer parte de su tratamiento en el país.
La oposición rechaza las frecuentes ausencias del mandatario, que se ha esforzado por dirigir actos de Gobierno desde La Habana e impartir directrices a sus ministros a través de contactos con los medios de comunicación estatales, pero no ha delegado poderes en el vicepresidente.