La presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, consiguió el martes el voto de confianza del Congreso, necesario para mantenerse en el cargo, gracias al voto dirimente de la presidenta del Parlamento, Ana María Solórzano.
Lima. El presidente de Perú, Ollanta Humala, afronta un complejo escenario político ya que aunque ha conseguido salvar al gabinete encabezado por Ana Jara, la oposición ha demostrado su fuerza, lo que augura dificultades en sus últimos dos años de mandato.
La presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, consiguió el martes el voto de confianza del Congreso, necesario para mantenerse en el cargo, gracias al voto dirimente de la presidenta del Parlamento, Ana María Solórzano, después de que en la tercera votación se registrará un empate.
De esta manera, Humala logró, por la mínima y después de dos votaciones anteriores la semana pasada en las que se impuso la abstención, el respaldo del Congreso para Jara, sexta titular de gabinete en lo que va de su gobierno.
Estas votaciones han puesto de manifiesto la pérdida de la mayoría del oficialismo en el Parlamento, tras la renuncia de seis miembros de la bancada del Partido Nacionalista, como resultado de lo que consideraron una imposición de la pareja presidencial de Ana María Solórzano en la presidencia del Congreso.
Así se presenta un difícil panorama de negociación para el gobierno en el Congreso después de que la oposición ha constatado de que puede reunir los votos suficientes para poner al Ejecutivo contra las cuerdas.
Y es que el oficialismo ya no logra la mayoría ni siquiera con el apoyo de toda la bancada de Perú Posible, el partido que lidera el expresidente Alejandro Toledo, ni con sus otros aliados de Solidaridad Nacional.
Por ello, los analistas auguran serias dificultades para que el gobierno obtenga la mayoría en votaciones de vital importancia en los próximos meses.
De momento, varios grupos de oposición en el Parlamento ya han planteado la interpelación del ministro de Energías y Minas, Eleodoro Mayorga, al que acusan de permitir influencias de empresas privadas en su gestión.
Mayorga ha descartado renunciar y ha señalado que la interpelación planteada en el Congreso le permitirá aclarar las denuncias en su contra, que ha calificado de "campaña sucia".
"El gobierno debe seguir trabajando, el país necesita de un entendimiento entre Gobierno y Congreso, esto es esencial para la democracia", afirmó este miércoles Mayorga.
La oposición había pedido al gobierno el cese de Mayorga como condición para darle el voto de confianza a Jara.
El gobierno no cedió en ese punto aunque sí en otra de las demandas de la oposición al respaldar el partido gobernante la suspensión del aporte obligatorio de los trabajadores independientes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Pero además de un escenario político adverso, con sectores de la oposición que endurecen su postura conforme se acercan las elecciones de 2016, Humala también afronta una desaceleración de la economía.
Perú, gran productor de minerales, se está desacelerando desde hace meses, y en junio pasado la economía peruana solo creció un 0,3%, su menor tasa en casi cinco años.
Este bajo crecimiento ha puesto en la mira de la oposición al ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, y el grupo Concertación Parlamentaria ya ha anunciado que planteará su interpelación en el Congreso.
Pero los problemas para Humala no acaban en el frente nacional, ya que en las últimas semanas también han surgido diferencias con Chile a raíz de la publicación de una nueva Carta de Límite Exterior que define el inicio de la frontera terrestre en el Punto Concordia.
Sin embargo, Chile ubica el inicio de la frontera terrestre en el Hito Nº 1.
En este escenario, Humala deberá esforzarse en las próximas semanas por tender puentes con la oposición.
De momento, la primera reacción de Humala ha sido pedir pasar página y continuar trabajando por la gobernabilidad del país.
