El presidente electo del Perú, que asume funciones desde este jueves 28 de julio, designó hace unos días un gabinete de gobierno que dejó fuera a sus partidarios de izquierda, una opción más conservadora que la de su mentor político, el ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva.
Lima. El presidente electo de Perú, Ollanta Humala, estrenará este jueves un gobierno con un gabinete moderado, aunque se mantendría fiel a su promesa de mayor inclusión social para apaciguar los numerosos confictos en demanda de los beneficios del actual boom económico que vive el país.
Humala designó hace unos días un gabinete de gobierno que dejó fuera a sus partidarios de izquierda, una opción más conservadora que la de su mentor político, el ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva.
El mandatario electo sorprendió a los inversionistas al nombrar a dos economistas adorados por Wall Street para dirigir el ministerio de Economía y el Banco Central, Luis Miguel Castilla y Julio Velarde, respectivamente.
Pero Humala tendrá la presión de más inclusión social no sólo de una buena parte de los peruanos en su mayoría pobres que le dieron el triunfo electoral, sino de su partido, una alianza de grupos de izquierda que apoyaron su candidatura.
"Estas dos personas (Castilla y Velarde) tienen que tener conciencia que ha ganado un programa de inclusión", dijo Aida Naranjo, una política socialista escogida por Humala para ser la ministra de Mujer, que gerencia algunos programas sociales.
El militar retirado, que perdió la elección del 2006 cuando fue apoyado por el presidente venezolano Hugo Chávez, ha experimentado una dramática transformación para tratar de conciliar su promesa de mayor inclusión social con el modelo económico que ha tenido éxito en este país, según analistas.
Humala asumirá el jueves la presidencia en el Congreso con la presencia de al menos 13 presidentes de América Latina.
Luego de ese acto, los mandatarios de Sudamérica aprovecharán para realizar una cumbre del Unasur con Humala sentado como presidente en el palacio de gobierno de Lima.
Programas sociales. Tras la juramentación en el Congreso, Humala dará su primer discurso a la nación, donde anunciaría la puesta en marcha de sus promesas de aumentar el sueldo mínimo y las pensiones para los mayores de 65 años, además de un paquete de programas sociales.
Pero el mandatario electo tendrá que buscar un punto de equilibrio para que sus compromisos no afecten la estabilidad económica fiscal ni alienten la inflación, que ha sido en los últimos años uno de las más bajas en América Latina.
"Creo que lo mejor que podría hacer es dosificar sus ofertas: ¿Qué cosas puedo cumplir en el corto plazo?, ¿Qué cosas puedo cumplir en el mediano plazo hasta que acabe mi mandato?", dijo en analista económico Jorge González.
Los programas sociales de Humala requerirían de arranque al menos unos US$4.300 millones, casi 3 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto del país, según fuentes del partido del mandatario electo.
Los mercados peruanos han permanecido casi inactivo en los últimos días a la espera del primer discurso de Humala como presidente, aunque no esperan grandes cambios en materia económica.
Humala ha tratado de calmar a los que aún desconfían de él por despotricar contra los inversores extranjeros en el pasado e intentar un golpe de Estado en el 2000 contra el ex presidente Alberto Fujimori, quien ahora está preso por abusos a los derechos humanos y corrupción durante su mandato.
El gabinete de Humala ha ido más a la derecha e incluso tiene a funcionarios que lideraron un proceso de privatizaciones criticado en el pasado por el mandatario electo.