El presidente peruano juramentó al nuevo ministro del Interior, el general del Ejército retirado Wilber Calle; quien junto al actual primer ministro, Oscar Valdés, son los dos militares en el gabinete.
Lima. El presidente peruano, Ollanta Humala, incluyó este lunes a un segundo militar en retiro a su gabinete en una renovación parcial de su equipo, tras críticas de la oposición en torno a la política antisubversiva y de lucha contra el narcotráfico.
Humala juramentó en Palacio de Gobierno al nuevo ministro del Interior, el general del Ejército retirado Wilber Calle; quien junto al actual primer ministro, el teniente coronel retirado Oscar Valdés, son los dos militares en el gabinete.
El mandatario peruano, también un militar del Ejército en retiro, renovó asimismo la cartera de Defensa, al mando ahora del legislador oficialista Luis Urquizo, quien se desempeñaba como ministro de Producción.
Calle y Urquizo reemplazaron a los salientes Daniel Lozada y Alberto Otárola, quienes renunciaron el jueves poco antes de enfrentar una censura en el Congreso que buscaba echar a ambos funcionarios tras la muerte de una decena policías y militares en los últimos días en enfrentamientos con Sendero Luminoso.
Para completar la renovación parcial del gabinete de gobierno conformado por 19 funcionarios -incluyendo el primer ministro- Humala nombró a Gladys Triveño ministra de Producción.
Humala, quien estuvo de gira casi una semana por Japón y Corea del Sur, no ofreció declaraciones a periodistas luego de la juramentación de los nuevos funcionarios.
Analistas afirman que la renovación de ministros constituye un golpe contra el presidente Humala, quien había renovado casi la mitad de su gabinete en diciembre tras protestas sociales, aunque mantuvo al ministro clave de Economía, Luis Castilla.
El cambio en las carteras de Interior y Defensa se produce en medio de fuertes críticas al gobierno y luego de que remanentes de Sendero Luminoso, que operan en alianza con el narcotráfico en Perú, pusieron en jaque al Gobierno con el secuestro en abril de 36 trabajadores de firmas petroleras.
Tras el secuestro y liberación de los trabajadores, las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los rebeldes, los cuales terminaron con la muerte de 10 policías y militares.
El reciente secuestro masivo ha presionado al presidente Humala para mostrar resultados en la lucha contra los insurgentes, que han focalizado su accionar en zonas remotas y de cultivo de hoja de coca, insumo base para elaborar cocaína.