El arzobispo de La Habana alertó sobre un rebrote de intolerancia en Cuba y dijo que el acoso a las Damas de Blanco por parte de simpatizantes del Gobierno era "penoso".
La Habana. El líder de la Iglesia Católica cubana, elcardenal Jaime Ortega, pidió la liberación de los presos políticos en Cuba y lareanudación de un accidentado diálogo con Estados Unidos, según una entrevistadivulgada este lunes.
El arzobispo de La Habana dijo en una entrevista publicadapor la revista católica Palabra Nueva (www.palabranueva.net) que Cuba atraviesapor una "situación muy difícil".
Las autoridades comunistas de Cuba han recibido presionesinternacionales para liberar a unos 200 disidentes, que según grupos dederechos humanos, mantienen tras las rejas.
Las críticas aumentaron tras la muerte en febrero del presopolítico Orlando Zapata después de 85 días en huelga de hambre y elhostigamiento en marzo al grupo de familiares de disidentes presos Damas deBlanco.
"Respecto a los presos por causas políticas, la Iglesiaha hecho históricamente todo lo posible porque sean puestos en libertad, nosólo los enfermos, sino también otros", dijo Ortega, según la publicación.
El presidente Raúl Castro rechazó lo que considera unacampaña internacional contra el sistema comunista de Cuba. Advirtió también queno cedería ante el "chantaje" de sus enemigos.
Ortega opinó que la "violencia mediática" contraCuba exacerba la crisis.
También alertó sobre un rebrote de intolerancia en Cuba ydijo que el acoso a las Damas de Blanco por simpatizantes del Gobierno era"penoso".
Diálogo con EE.UU. El Gobierno prohibió este domingo una marcha de las madres yesposas de disidentes presos en el 2003, que fueron abucheadas durante más dedos horas por militantes comunistas después de asistir a misa en una iglesia deLa Habana.
Las autoridades cubanas ven a los opositores comomercenarios pagados por Estados Unidos.
Según Ortega, la solución a muchos de los problemas de Cubapasa precisamente por una normalización de las relaciones con Estados Unidos,que lleva casi medio siglo intentando forzar un cambio de régimen mediante unembargo comercial.
El presidente estadounidense, Barack Obama, prometió el añopasado "relanzar" sus relaciones con Cuba y tomó algunas medidas comoliberar los viajes y envíos de remesas de los cubanos estadounidenses a laisla.
Además, propuso reanudar conversaciones sobre inmigracióninterrumpidas durante el Gobierno de George W. Bush.
Pero el nuevo comienzo pareció estrellarse contra las viejasdiferencias ideológicas e incidentes, como la detención en diciembre pasado deun contratista estadounidense del que Cuba sospecha de espionaje y la muerte deZapata.
"Creo que un diálogo Cuba-Estados Unidos sería elprimer paso necesario para romper el círculo crítico en que nosencontramos", dijo Ortega.
La Iglesia Católica y el Gobierno comunista de Cuba han idosuperando décadas de mutua desconfianza. En los últimos años los católicosganaron visibilidad.
Según el cardenal Ortega, cada vez son más las voces quepiden cambios para mejorar la situación económica y social en Cuba.
El presidente Raúl Castro, que reemplazó hace dos años a suconvaleciente hermano Fidel en el poder, ha prometido mejorar la calidad devida de los cubanos, deteriorada por décadas de crisis económica.
"Yo creo que esta opinión alcanza una especie deconsenso nacional y su aplazamiento produce impaciencia y malestar en elpueblo", opinó Ortega.