Ante el cerco judicial para impedir que Carles Puigdemont vuelva a asumir el mando del Gobierno catalán, las fuerzas que ostentan conjuntamente la mayoría del parlamento regional esperan que las conversaciones se traduzcan pronto en un acuerdo.
Madrid. Los partidos independentistas avanzaban este lunes hacia un acuerdo para tratar de poner en marcha la legislatura en Cataluña, barajando la opción de elegir a un jefe de gobierno simbólico mientras el poder lo ostentaría el expresidente Carles Puigdemont desde el exilio.
Ante el cerco judicial promovido por el Gobierno español para impedir que Puigdemont vuelva a asumir el mando del Gobierno catalán tras la declaración ilegal de independencia de octubre, las fuerzas que ostentan conjuntamente la mayoría del parlamento regional esperan que las conversaciones se traduzcan pronto en un acuerdo, aunque no adelantaron fechas ni detalles.
"Estamos trabajando para llegar a un acuerdo (...) Entendemos que la política catalana hoy pasa por Bruselas", dijo el diputado de la colación electoral independentista Junts per Catalunya (JXC) Eduard Arroyo en una rueda de prensa en Bruselas, sin dar detalles de cómo se llevaría a cabo el hipotético reparto de poderes.
De pactarse finalmente esta fórmula, se impondría la vía planteada por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), otro partido independentista, para poner fin a la tensa incertidumbre política tras las elecciones autonómicas de diciembre y la insistencia de Puigdemont de recuperar la presidencia desde Bruselas, ciudad a la que huyó para evitar las acciones judiciales bajo acusaciones de sedición y rebelión.
El parlamento regional aplazó la semana pasada la sesión de investidura del presidente catalán para no desobedecer el dictamen del Tribunal Constitucional que prohibía una sesión en la que el candidato a liderar el gobierno no estuviera presente.
Convocadas por el Gobierno español en el marco de las medidas para intervenir Cataluña, las elecciones de diciembre arrojaron un parlamento con mayoría independentista, pero en el que la fuerza más votada fue Ciudadanos, un partido que defiende que la rica región siga siendo parte en España.