Los indígenas que marchan desde este lunes 15 de agosto para impedir la construcción de una carretera en el corazón de un parque nacional acudieron a la OEA y así lograr su objetivo. Paralelamente, el municipio de Ignacio de Moxos invitó al presidente Evo Morales a dialogar este viernes.
El anuncio sobre la invitación al diálogo lo hizo ayer el diputado y dirigente de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (Cidob) Pedro Nuni, durante una pausa en la marcha indígena que espera llegar este viernes a San Ignacio de Moxos.
“Sabemos que se le envió una invitación y creemos que él debería bajar a las bases para dialogar con nosotros”, apuntó el dirigente, que a diferencia de sus compañeros del occidente encara la marcha sin mayores dificultades. “Pese a que no tuvimos aún ninguna llamada, esperamos que la mesa del diálogo se instale para que podamos hablar”, acotó.
Amenaza. El máximo dirigente de la Cidob, Adolfo Chávez, reiteró que "si es que no llega el Presidente a la marcha, la marcha llegará a La Paz".
Según el sindicalista, los indígenas esperan al Jefe de Estado en cualquier parte del recorrido, que incluye su arribo mañana a San Ignacio de Moxos, donde se realiza una campaña de recolección de firmas a favor de la construcción de la carretera.
El gobierno no se pronunció sobre la invitación, aunque el vicepresidente Álvaro García Linera, durante una entrevista con la cadena estadounidense CNN, dijo que los que se oponen a la carretera son dirigentes y no la población indígena de base.
"Tengo declaraciones escritas de los indígenas de la zona, del Consejo Indígena de Yuracarés, que son indígenas de tierras bajas que viven en el parque, o de indígenas de Moxos que piden la carretera, pero también hay otros sectores, básicamente dirigentes, que se oponen a la carretera".
Horas antes, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, había señalado: “Jamás hemos cerrado las puertas del diálogo, jamás podemos cerrar el escenario que nos permite construir propuestas".
Paralelamente a la marcha, los indígenas acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) para impedir el avance del proyecto carretero, según informó el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), Leonardo Tamburini.
"El Tipnis (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure) y otras organizaciones sociales han presentado una solicitud de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sobre la cual entendemos que, por la notificación de la misma comisión, el Estado también ha sido notificado y está siendo impelido a presentar la documentación correspondiente (sobre la construcción de la carretera)”.
El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, restó credibilidad al anuncio del director del Cejis. “No sé qué seriedad puede tener la vocería de una ONG, no sé si una ONG va a hablar a nombre de los pueblos indígenas de tierras bajas”, señaló.
En sus tres días, la marcha contra la construcción de la carretera por el Tipnis avanzó aproximadamente 50 de los 500 kilómetros que se fijó como meta y que termina en la ciudad de La Paz, sede de gobierno.
Marchistas reciben apoyo. Este miércoles, unos 95 indígenas de Riberalta y una treintena de campesinos de Pando llegaron hasta Fátima para sumarse a la marcha que rechaza la construcción de la carretera por el Tipnis.
“Hemos llegado con nuestro arroz y otros alimentos para la marcha y junto a nosotros están unos 10 niños”, contó el dirigente Alberto Ortiz.
El directivo considera que la carretera es vital para el progreso de la región amazónica, pero cree que el camino no debería entrar al corazón del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure. En La Paz, la Confederación Nacional de Campesinos entregó una propuesta alternativa para la carretera.