Los grupos indígenas, que no han logrado los avances políticos de sus pares en otros países como Bolivia y Ecuador, temen que Humala priorice la búsqueda de crudo y gas para abastecer el crecimiento económico de Perú antes que la preservación de sus tierras.
Lima. Líderes indígenas y grupos de derechos humanos en Perú podrían retomar protestas para resguardar sus ancestrales tierras, decepcionados con el plan del presidente Ollanta Humala de alentar la exploración de hidrocarburos en la Amazonía.
El nuevo jefe de la agencia encargada de concesionar lotes petroleros dijo que esperan atraer inversiones por hasta US$20.000 millones en los próximos cinco años, para más que duplicar los cerca de US$6.200 millones recibidos durante el gobierno del ex presidente Alan García.
El mandato de García fue golpeado por frecuentes conflictos entre grupos indígenas que protestaban en contra de leyes para abrir las tierras ancestrales a los inversores extranjeros.
Esos conflictos en ocasiones se tornaron violentos, en algunos casos con decenas de policías y civiles muertos.
Las comunidades indígenas pensaban que los planes de Humala, que resaltó la grandeza del imperio Inca durante su campaña, serían diferentes.
Pero el ex radical anticapitalista se ha reinventado como un moderado y ahora busca seducir a los inversionistas foráneos contra los que la emprendió en algún momento.
Los grupos indígenas, que no han logrado los avances políticos de sus pares en otros países como Bolivia y Ecuador, temen que Humala priorice la búsqueda de crudo y gas para abastecer el crecimiento económico de Perú antes que la preservación de sus tierras.
"Los pueblos han confiado en este gobierno en que va a haber un cambio profundo, un cambio verdadero", dijo Alberto Pizango, líder del principal grupo que defiende los derechos de los indígenas de Perú, Aidesep.
Pero Humala "cambió el discurso (...) esto ha hecho que los pueblos estén diciendo que el gobierno será igual que los otros gobiernos", agregó el dirigente.
Pizango criticó a Humala por designar al ingeniero Carlos Herrera como ministro de Energía y Minas, argumentando que éste mostró poca preocupación por los indígenas al aprobar concesiones petroleras cuando estuvo en ese cargo por primera vez en el 2000.
Los defensores de Humala, sin embargo, elogian su apoyo a una postergada ley que requeriría que las firmas consulten a las comunidades locales antes de buscar hidrocarburos y minerales cerca de sus casas.
Aprobar esta ley de consulta ha sido durante mucho tiempo una prioridad para los líderes indígenas.
La norma, que fue aprobada por el Congreso pero observada por el ex presidente García el año pasado, aplicaría localmente extractos del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Aurelio Ochoa, el jefe de la agencia que concesiona lotes de hidrocarburos Perúpetro, dijo a Reuters que personalmente apoya la ley de consulta.
Más allá de una consulta. Pizango dijo que promulgar la ley daría a las comunidades indígenas más influencia sobre cómo son utilizadas sus tierras, aunque no sería suficiente para aminorar la amplia oposición a la extracción de energía en la Amazonía.
Más de 200 pueblos se han organizado para frenar proyectos energéticos y mineros en Perú.
Asimismo, los conflictos dejaron al menos 100 muertos en los últimos tres años y medio, de acuerdo a la agencia de derechos humanos de Perú.
Los conflictos amenazan con retrasar parte de los US$50.000 millones que empresas planean invertir en proyectos de recursos naturales en Perú en la próxima década.
Cruentos enfrentamientos entre la policía e indígenas en el norte amazónico dejaron 33 personas muertas en junio del 2009, el mayor traspié del mandato de García. Su gobierno acusó a Pizango de fomentar la violencia y criticó a presidentes izquierdistas en la región por alentar el malestar social.
"Yo siento que los pueblos están cada vez mas convencidos de que la única forma de poder ser escuchado es a través de sus protestas. No van a querer recurrir a pedir más diálogo al Gobierno", afirmó Pizango.
Otros temen que las tribus que voluntariamente viven aisladas sean impactadas por la apertura de sus tierras vírgenes a las perforaciones energéticas y mineras.
Perú cuenta con una de las mayores poblaciones de las llamadas tribus no contactadas del mundo, según grupos de derechos humanos.
La nación andina ha fijado reservas para proteger a las tribus aisladas. Pero el Gobierno de García estableció que en algunos casos se permitieran perforaciones en las reservas, lo que es criticado por los activistas.
Aún se desconocen los planes de Humala respecto a las reservas, pero algunos activistas no están del todo optimistas.
"No estoy convencido de que Humala hará valer los derechos de las personas que no tienen poder", dijo Gregor MacLennan del grupo Amazon Watch.
"Me preocupa lo que está ocurriendo en toda la región. Llegará a un punto de inflexión", agregó.
El jefe de Perúpetro Ochoa ha dicho que todas las reservas serán tratadas con "total respeto", aunque su agencia planea promover la exploración en Perú, el que considera un país "semiexplorado" en el sector de hidrocarburos.