A días de que se instale la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Cochabamba, el gobierno chileno intensifica el lobby contra la demanda marítima boliviana.

Todos los embajadores de Chile en los países de América tienen la misión de informar a las autoridades locales que el diferendo marítimo es un asunto bilateral, y no del hemisferio como lo plantean autoridades bolivianas, informaron fuentes diplomáticas al diario La Tercera de Chile.

Incluso, un enviado del gobierno chileno llegó a Washington para entrevistarse con la subsecretaria adjunta para el hemisferio occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Roberta Jackobson, a quien le pidió que no se involucre en el diferendo entre Chile y Bolivia.

La estrategia chilena en legaciones diplomáticas se contradice con la postura que adoptó el canciller de Chile, Alfredo Moreno, quien el sábado 26 de mayo afirmó que la Asamblea de la OEA “carece de competencia” para intervenir en la demanda marítima de Bolivia. Afirmó además que su gobierno tomó “providencias” para hacer frente al inminente juicio internacional que anunció el presidente Evo Morales.

Lobby. Según La Tercera, Jackobson le comentó al diplomático chileno que un delegado de Evo Morales ya había pasado por su despacho pidiendo a Estados Unidos intervenga a favor de La Paz sobre el tema marítimo. La autoridad estadounidense se limitó a leer la resolución de la Asamblea General de la OEA de 1979, en la que se establece que el tema marítimo es de “interés del hemisferio” y aboga una salida al mar con soberanía para Bolivia.

Al respecto, en La Paz, legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) sugieren al Ejecutivo que en la Asamblea de Cochabamba, que se desarrollará entre el 3 y el 5 de junio, se denuncie a Chile por haber incumplido la resolución de la OEA de 1979.

“Hay que demandar el incumplimiento de parte de Chile a la resolución de 1979. Esto ayudará mucho para poder resolver el problema marítimo”, expresó el jefe de bancada del MAS en el Senado, Eugenio Rojas.

En esa línea, el diputado Galo Bonifaz (MAS) consideró que denunciar a Chile ante el pleno de la OEA sería lo más adecuado. “Está claro que la resolución de 1979 no fue cumplida por Chile, entonces ese es un argumento de denuncia”, aseveró.

El canciller David Choquehuanca, en una entrevista con La Razón, reconoció que Bolivia no logrará una resolución más justa que la del 79. Incluso dijo que la estrategia boliviana apunta a denunciar el incumplimiento chileno del documento.

Las gestiones chilenas para minimizar la prevista denuncia boliviana abarcan a todas las legaciones diplomáticas que Chile tiene en el continente. Está previsto, además, el viaje de 22 funcionarios de la Cancillería chilena a Cochabamba para “contener, preparar y realizar lobby” ante las delegaciones que asistirán a la 42 Asamblea General de la OEA.

Fuentes diplomáticas de Chile afirmaron a La Tercera que se trasladará a Cochabamba la coagente de Chile ante la Corte de Justicia de La Haya, María Teresa Infante, quien está encargada de preparar las respuestas técnicas al discurso de Morales.

Aparte de enviar minutas a las embajadas chilenas en la región para difundir los argumentos de Chile, los preparativos de su gobierno incluyen el viaje al Caribe del director general de Cancillería de Chile, Alfonso Silva. A Centroamérica se trasladó el embajador Adolfo Carafi. Las naciones del Caribe y las centroamericanas suman 14 de los 33 países de la OEA.

El lobby chileno incluye otras delegaciones. El embajador de Chile en México, Roberto Ampuero, explicó la postura chilena ante la Cancillería mexicana. De igual manera lo hizo el jefe de la misión en Quito, Juan Pablo Lira, quien habría conseguido el respaldo del canciller Roberto Patiño .

Organizan el evento. El ministro de Culturas, Pablo Groux, informó que grupos de avanzada de 22 delegaciones se encuentran en Cochabamba ultimando detalles de la estadía de los diplomáticos. Dijo que el sector hotelero colapsó, por lo que se habilitó viviendas particulares.

Evo: Derechos al mar y a las Malvinas. El presidente Evo Morales tiene claro el alcance de su discurso en la 42 Asamblea General de la OEA. Es por esta razón que pedirá “dos cosas” ante el pleno del foro continental, dijo: “Malvinas para Argentina y mar para Bolivia, pues ese debate continuará en la comunidad internacional”.

La afirmación la hizo ayer tras reunirse con el alcalde de Cochabamba, Edwin Castellanos, para revisar la organización del foro internacional que tendrá lugar en Tiquipaya del 3 al 5 de junio.

Similar reunión tuvo en La Paz con el canciller David Choquehuanca. Bolivia será por segunda vez sede de la Asamblea de la OEA. En 1979, La Paz cobijó al noveno periodo de sesiones, cuando con el voto de todos los países —excepto Chile y Paraguay— se aprobó el apoyo continental a la demanda marítima.

En una entrevista con La Razón, el canciller David Choquehuanca no descartó denunciar a Chile por el tema de las aguas del Silala y del río Lauca ante el pleno de la Asamblea General de la OEA. Como país anfitrión, Bolivia planteó como tema central de debate de la 42 Asamblea General de la OEA la Seguridad Alimentaria con Soberanía para las Américas.