El país islámico informó que pactó el intercambio de 1.200 kilos de su uranio levemente enriquecido por combustible nuclear de mayor grado que será usado en un reactor de investigación médica.
Teherán. Irán, Brasil y Turquía firmaron este lunes un acuerdo sobre intercambio de combustible nuclear, diseñado para apaciguar la preocupación internacional sobre las ambiciones atómicas de la república islámica y evitar nuevas sanciones para el Gobierno de Teherán.
Irán dijo que acordó el intercambio de 1.200 kilos de su uranio levemente enriquecido por combustible nuclear de mayor grado que será usado en un reactor de investigación médica. El intercambio se realizará en Turquía, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní Ramin Mehmanparast.
Anteriormente Irán, que rechaza las acusaciones occidentales respecto a que busca desarrollar bombas nucleares, había insistido para que el intercambio se realizara en su territorio.
El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, llamó a las seis potencias mundiales, que han estado discutiendo sobre nuevas sanciones de Naciones Unidas contra el país asiático, para volver a conversar sobre el programa nuclear iraní tras el intercambio de combustible.
"Tras la firma del acuerdo de intercambio, es tiempos para que los países del grupo 5+1 ingresen negociaciones con Irán basadas en la honestidad, la justicia y el respeto mutuo", declaró Ahmadinejad, refiriéndose a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania.
Turquía y Brasil, ambos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, se ofrecieron a mediar para encontrar una solución a la disputa, en momentos en que potencias mundiales están en discusiones para imponer una cuarta ronda de sanciones de la ONU a Irán.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, discutieron el acuerdo en Teherán con Ahmadinejad, reportaron medios estatales iraníes.
"El intercambio se llevará a cabo en Turquía", dijo Mehmanparast a los periodistas, poco después de que el acuerdo fuera firmado por varios ministros frente a la prensa.
Importante potencias mundiales había instado a Irán a aceptar un acuerdo de la Agencia Internacional de Energía Atómica para enviar 1.200 kilos de su uranio -que basta para una bomba si es purificado a un nivel suficientemente alto- al extranjero para transformarlo en combustible para su reactor.
La propuesta, apoyada por Estados Unidos, Rusia y Francia, buscaba dar más tiempo para sostener charlas diplomáticas con Irán.
Teherán aceptó en principio el acuerdo en octubre pero luego exigió cambios como un intercambio simultáneo en suelo iraní, condiciones que las otras partes involucradas en el acuerdo calificaron como inaceptables.