Turquía y Brasil están intentando revivir las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, para lo cual este domingo se reunieron los cancilleres de los tres países.
Estambul. El ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, dijo el domingo que Irán expresó su disposición a sostener negociaciones con la Unión Europea sobre su programa nuclear después de que finalice el mes sagrado de Ramadán a inicios de septiembre.
En declaraciones luego de una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Manouchehr Mottaki, y con su par brasileño, Celso Amorim, Davutoglu afirmó que Ankara estaba intentando revivir las negociaciones internacionales lo más pronto posible.
Occidente sospecha que el programa de enriquecimiento de uranio de Irán es una fachada para desarrollar arsenal nuclear. Teherán niega las acusaciones y dice que sólo busca generar electricidad para cubrir su demanda y exportar más petróleo.
Catherine Ashton, jefa de Política Exterior de la UE, escribió el mes pasado una carta al negociador nuclear iraní Saeed Jalili invitándolo a reanudar las conversaciones.
"El señor Mottaki confirmó que está a favor de una reunión después de Ramadán. Obviamente eso depende de cómo se desarrollen los eventos, pero en principio nadie está en contra de realizar una reunión", aseveró Davutoglu.
El ministro se refería a los comentarios hechos por Mottaki antes de su última visita a Turquía. El mes de ayuno musulmán termina en la primera mitad de septiembre.
"Estamos intentando reanudar las negociaciones lo más pronto posible entre Irán y el P5+1 (potencias occidentales) y haremos lo necesario para iniciar las conversaciones técnicas lo más pronto posible", agregó el ministro turco.
El denominado grupo P5+1 está compuesto por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas - Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China - y Alemania, que han estado entrampados en un punto muerto con la república islámica por sus ambiciones nucleares.
Nuevas existencias. Irán, Turquía y Brasil alcanzaron un acuerdo en mayo bajo el cual Teherán aceptó a enviar buena parte de su uranio bajamente enriquecido al extranjero, reviviendo un plan redactado por la agencia de supervisión atómica de la ONU destinado a regular el disputado programa nuclear.
El acuerdo no logró evitar que Irán recibiera nuevas sanciones por parte de la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos, adoptadas en los últimos dos meses. Pero Davutoglu ha señalado que aún ve una posibilidad de realizar el canje nuclear con Irán en base al pacto.
Según el acuerdo de mayo, Irán acordó transferir 1.200 kilogramos de uranio bajamente enriquecido (LEU) a Turquía dentro de un mes y a cambio recibir, dentro de un año, 120 kilos de uranio enriquecido al 20 por ciento para usarlo en un reactor de investigación médica.
Diplomáticos occidentales dijeron que sacar de Irán 1.200 de LEU - suficiente para desarrollar un arma nuclear en caso de ser purificado a un nivel mayor - era menos significativo que cuando se lo propuso por primera vez, debido a que las existencias de LEU de Irán se habían casi duplicado.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso una cuarta ronda de sanciones contra Irán el 9 de junio. Brasil y Turquía votaron en contra, enojados de la desestimación de Occidente de su acuerdo que dijeron hacía innecesarias las nuevas medidas punitivas.