Zeid Ra'ad al-Hussein también criticó a la primera ministra británica, Theresa May, por amenazar con cambiar leyes de derechos humanos si entorpecen operaciones de seguridad y afirmó que sus palabras alentarán a gobiernos autoritarios.
Ginebra. El principal funcionario de Derechos Humanos de la ONU acusó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de romper tabúes al sugerir que se vuelva a recurrir a la tortura, y advirtió a las potencias mundiales en contra de minar las libertades civiles en su combate contra militantes.
Zeid Ra'ad al-Hussein también criticó a la primera ministra británica, Theresa May, por amenazar con cambiar leyes de derechos humanos si entorpecen operaciones de seguridad y afirmó que sus palabras alentarán a gobiernos autoritarios.
El Alto Comisario de Derechos Humanos de la ONU dijo ante una audiencia en Londres el lunes por la noche que los comentarios estridentes tras los ataques de militantes podrían minar los tratados de derechos internacionales.
"Si otros líderes empiezan a seguir el mismo curso retórico, minando con sus palabras (a la Convención de la ONU contra la Tortura), es probable que aumente la práctica de la tortura y eso sería fatal", comentó.
Trump dijo a fines de enero que creía que la práctica de un método de tortura que simula el ahogamiento con agua funciona como una herramienta para recoger información, pero también afirmó que entregaría la responsabilidad del asunto al secretario de Defensa, Jim Mattis, quien discrepa con el mandatario sobre la utilidad de la técnica.
Zeid afirmó que le preocupa el "persistente coqueteo" de Trump con una vuelta a la tortura como método para buscar información y agregó que existe poco peligro inmediato de que Estados Unidos use la tortura, pero que eso podría cambiar si hubiera un ataque en suelo estadounidense.
"Teniendo en cuenta cómo el público estadounidense se ha vuelto más indulgente respecto a la tortura en los últimos diez años, el equilibro podría inclinarse en favor de su práctica", remarcó.
Tras los mortales ataques militantes en Londres y Manchester, Theresa May dijo este mes al diario The Sun: "Si las leyes de derechos humanos impiden que hagamos estas cosas, cambiaremos esas leyes para asegurar que podamos hacerlas".