"Le doy la completa seguridad de que no hay un solo guerrillero fariano, ni mando, ni combatiente, que haya expresado un desacuerdo", sostuvo Rodrigo Londoño. Además negó que haya rebeldes decididos a continuar con la lucha armada, en una entrevista que será transmitida el martes por la cadena Telesur.
Desde los comandantes hasta los combatientes rasos, todos los guerrilleros de las FARC están comprometidos en lograr un acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia, dijo el máximo líder del grupo rebelde, descartando divisiones internas.
En una entrevista que será transmitida el martes por la cadena Telesur, Rodrigo Londoño alias "Timochenko" aseguró que las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) seguirán defendiendo sus ideas pero sin disparar un arma de fuego.
"Le doy la completa seguridad de que no hay un solo guerrillero fariano, ni mando, ni combatiente, que haya expresado un desacuerdo", sostuvo Londoño, negando que haya rebeldes decididos a continuar con la lucha armada.
En un histórico encuentro, el guerrillero de 56 años se reunió la semana pasada en La Habana con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y se comprometieron a firmar en seis meses un acuerdo que ponga fin al conflicto armado más viejo de Latinoamérica, que ha dejado al menos 220.000 muertos.
"Los seis meses pueden ser cortos, podemos hacerlo antes si hay voluntad", afirmó Londoño en los adelantos trasmitidos por la cadena televisiva.
"Pero seis meses también nos pueden quedar cortos, es decir que no logremos el acuerdo final porque son temas que se van a poder definir si hay una real decisión política de afrontarlos, pero que nos van a llevar mucho tiempo de discusión y de acuerdo si hay trabas", agregó en la entrevista grabada en La Habana.
Durante su reunión en Cuba, Santos y Londoño firmaron un acuerdo para crear un tribunal que impondrá sentencias de entre cinco y ochos años para guerrilleros y militares que acepten ser responsables de delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra como asesinatos, masacres, secuestros, desapariciones, torturas, desplazamiento forzado y violencia sexual.
Este acuerdo se sumó a los alcanzados previamente sobre reformas para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la lucha contra el narcotráfico, el desminado y lograr la transformación de la guerrilla en un partido político.
"Generemos un ambiente en donde todas estas luchas hay que continuarlas: la lucha por la tierra, la lucha por el desarrollo del campo, la lucha por servicios públicos en las ciudades, la lucha por una mejor salud, (que) las podamos hacer sin darnos tiros", dijo Londoño.