El general Oscar González, quien dejará su cargo por el cambio de gobierno, negó que Colombia planee acciones militares contra el país vecino, argumentando que “es la misma patria”.
Bogotá. Una guerra de Colombia con Venezuela es "impensable" porque son una misma patria, dijo el saliente comandante del Ejército Nacional, general Oscar González, al descartar posibles acciones militares contra el vecino país.
Colombia ha negado insistentemente denuncias del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de que Bogotá planea una guerra contra su país con el apoyo de Estados Unidos.
"Totalmente impensable (....) es la misma patria", dijo González, quien este viernes dejará su cargo por el cambio de gobierno.
Chávez anunció la semana pasada el despliegue de unidades de infantería, de la fuerza aérea y de operaciones especiales a la frontera con Colombia y confesó que había revisado planes de guerra para defender la soberanía de su nación en caso de una agresión.
Bogotá y Caracas atraviesan su peor crisis diplomática en la historia reciente, luego de que el saliente presidente Álvaro Uribe denunció que líderes de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se refugian en campamentos en Venezuela con la tolerancia del Gobierno de ese país.
El presidente venezolano rompió relaciones diplomáticas con Bogotá, situación que se sumó a la orden que impartió hace más de un año de llevar a cero el comercio con Colombia en represalia por un acuerdo militar que firmó el Gobierno de Uribe con Washington.
El acuerdo da acceso a militares a estadounidenses a siete bases en Colombia para realizar operaciones contra el narcotráfico y el terrorismo, pero Chávez considera que hace parte de un plan para invadir su país, asesinarlo y frenar su revolución socialista.
Uribe dejará la presidencia este sábado y será remplazado por Juan Manuel Santos, quien ha dicho que, aunque con Chávez son como el agua y el aceite, está dispuesto a mantener unas relaciones bajo el mutuo respeto y la no intromisión en los asuntos internos.
El mandatario izquierdista, el más fuerte crítico de Estados Unidos en la región, también se ha declarado dispuesto a restablecer las relaciones con el nuevo gobierno de Colombia, pese a que criticó a Santos cuando era candidato.