También se considera un hombre que ama a su familia, con tiene una relación "perfecta" con su madre y que nunca inicia peleas, pero que está listo para defenderse cuando es necesario.
Ciudad de México. El jefe del narcotráfico mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán no siente ni arrepentimiento ni responsabilidad por enviar en contrabando miles de millones de dólares en drogas a Estados Unidos y no se considera un hombre violento, pese a varios asesinatos que se le atribuyen.
También se considera un hombre que ama a su familia, con tiene una relación "perfecta" con su madre y que nunca inicia peleas, pero que está listo para defenderse cuando es necesario.
Guzmán fue recapturado el viernes en el noroeste de México seis meses después de una atrevida fuga de prisión.
Pero hace semanas, permitió un vistazo sin precedentes a su personalidad en una entrevista secreta con el conocido actor Sean Penn para la revista Rolling Stone, que fue publicada el sábado.
"Con respecto, y desde mi punto de vista, es una persona que no está buscando problemas en forma alguna", dijo a Penn en una entrevista videograbada tras reunirse con el actor en un lugar no especificado hace algunas semanas en México para programar otro encuentro.
Una inestable situación de seguridad impidió que ambos se reunieran nuevamente para la segunda entrevista. Fuentes del Gobierno mexicano dijeron el sábado que las autoridades sabían de la reunión planeada, de modo que pudieron seguir los movimientos de Penn y localizar a Guzmán.
"Yo lo que hago es defenderme, pero que yo ande buscando problemas, jamás", dijo Guzmán en la entrevista, y agregó que agradecía a Dios por ayudarlo a escapar de prisión el año pasado.
El "Chapo", que una vez conoció al ex jefe del narcotráfico colombiano Pablo Escobar, reveló que no ha ingerido drogas desde hace 20 años y que en ese momento, antes de su captura, se consideraba una persona feliz "por mi libertad".
"Siento que nada afecta a mi salud o a mi mente. Me siento bien", sostuvo.
Después de su captura el viernes, Guzmán miró con furia cuando soldados giraron su cabeza hacia cámaras de televisión mientras lo escoltaban en Ciudad de México.
Al ser consultado por Penn sobre si se sentía responsable por los altos niveles de drogadicción en el mundo, respondió: "No, eso es falso, porque el día que yo no exista no va a mermar lo que es nada el tráfico de drogas". Sin embargo, agregó sin arrepentimiento: "No quiero ser presentado como una monja".
Penn dijo que Guzmán preguntó si mucha gente en Estados Unidos había oído de él y que declaró con orgullo "Proveo más heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana que nadie en el mundo. Tengo una flota de submarinos, aviones, camiones y barcos".
Guzmán también manifestó su interés de entrar en el negocio petrolero, pero reconoció que el hecho de que su dinero no haya sido obtenido en forma limpia limita sus posibilidades de inversión.