En medio de los alegatos de Chile y Bolivia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, debido a la reivindicación marítima del gobierno de Evo Morales, AméricaEconomía conversó con Valdez Carrillo para cotejar la mirada peruana sobre las repercusiones del falló que surgirá desde los Países Bajos. Asimismo, el experimentado embajador se dio tiempo para analizar el legado de Alberto Fujimori y la crisis de la gobernabilidad peruana tras el escándalo de Odebrecht.
-¿Cuáles han sido las claves del éxito económico del Perú en los últimos años?
-Hay que tomar varios factores cuando hablamos de éxito. Es cierto que ha habido tasa de crecimiento importante en los últimos 15 años, sin embargo, todo esto se relativiza si miramos el hoyo donde se encontraba la economía peruana. El Perú es uno de los países de la región que más sufrió con la crisis de los años 80, con caídas de productos muy importantes y pérdida en la calidad de vida de la población, que solo se ha podido recuperar casi una generación más tarde.
-Una de esas consecuencias fue la gran migración peruana a fines de los años 80 y comienzos de los 90 hacia Chile.
-Sí, claro, pero la migración al interior del país ha sido muchísimo mayor. La sociología del país ha cambiado radicalmente. Hoy ya no tenemos el Perú de los años 50 o 60. Hoy uno de los logros es el porcentaje de población urbana, con un 80%, comparado con décadas anteriores, donde el país era muy diferente, casi totalmente rural; no agrario, rural.
-¿Eso tiene que haber cambiado el ecosistema social?
-Claro, aparece una clase media que no teníamos. Aunque aún tenemos sectores muy vulnerables, pero es un fenómeno que está en toda América Latina.
-¿Cuál es la receta del Perú para tener mejores ganancias que Chile en la minería, en los últimos años?
-Primero, la minería en el Perú está bastante más diversificada. Hay una minería polimetálica muy importante, pero nosotros no producimos más cobre que Chile. Pasarán muchos años antes de que lleguemos a exportar más que Chile. Juntos, ambos países exportan alrededor del 40% de la producción de cobre del mundo. Hoy el Perú exporta plata, oro y una serie de productos, lo que hace que tengamos una estructura de producción minera más diversificada. El cobre sigue siendo un producto muy importante, pero no es el único.
-¿Estos tiempos de bonanza económica se pueden proyectar, es decir, pueden ser una constante del crecimiento del Perú?
-Yo pienso que sí. Si miras el potencial de crecimiento, en especial en la minería, las posibilidades de crecimiento son muy grandes. Lo que veo es que hoy en el Perú tenemos otra clase de problemas que están agregando incertidumbre política, agregada a las incertidumbres mundiales que hoy también existen.
HERENCIA FUJIMORISTA
-¿Que crédito se lleva Alberto Fujimori del actual crecimiento económico del Perú?
-Yo creo que el gobierno del ex presidente Fujimori -no voy a hablar del presidente Fujimori como tal, ya que él tiene un estilo muy personalista- llevó a cabo una serie de reformas que en cierta medida resultaban indispensables en el país. Recuerde usted que cuando él asume la presidencia, muchos consideraban que el Estado peruano había colapsado. La recaudación fiscal que rondaba el 15 o 17% del producto, había caído a poco más del 4%, es decir, acá pagaba impuesto al que le provocaba, y al que no, simplemente no pagaba.
-Entonces, ¿fueron medidas acertadas?
-Piensa tú que diez días después de haber asumido (Fujimori), se anuncia un paquete de emergencia que era solamente un reconocimiento de una situación de país que no daba para más. Es decir, Fujimori toma la recaudación fiscal como nunca se había hecho. Por ejemplo: la gasolina subió de un día para otro 3.200%; los servicios públicos como teléfono, agua y electricidad, subieron entre 200 y 400%; eliminó todos los subsidios que existían. Yo pensé que al otro día íbamos a tener una Lima en llamas, con protestas, pero para mi sorpresa pasó que un presidente que marcaba un 38% de apoyo, de repente llegó a un 70% de aprobación. Yo creo que habría que darle crédito evidentemente, es decir, la solidez de los fundamentos macroeconómicos del Perú hoy, son del gobierno de Fujimori.
-Usted fue vicecanciller del ex presidente Fujimori, ¿que opinión guarda de él?
-Yo tengo una opinión buena de Fujimori. Yo trabajé con él algo que fue muy importante, los acuerdos de paz con Ecuador. Encontré ahí, con él, la voluntad de resolver un tema que llevaba 150 años sin solución, o sea el doble de lo que vivió el imperio de los incas.
-¿Usted considera que se ha sido injusto con el ex presidente Fujimori?
-En mi opinión personal, yo creo que sí. Si ves esa forma jurídica que se crea para poder sentenciarlo en última instancia, es bastante forzada al crear esa forma de "responsabilidad inmediata", sobre situaciones donde nunca pudo determinarse que existiera una orden emitida por él. Entonces, establecer esa figura de responsabilidad inmediata, basada en su cargo de comandante de las fuerzas armadas, ¿lo hace responsable?... es bastante jalado de los pelos.
-En el caso del ex presidente Fujimori, ¿no hubo justicia entonces?
-Lo que provocó ese juicio político fue la división del país. No se logró un consenso y las consecuencias están a la vista.
CAMBIO CULTURAL
-Hoy Perú está teniendo una oleada muy importante de inmigrantes, que están arribando especialmente desde Venezuela. ¿Está preparado el país para esa integración?
-No hay país que esté preparado para oleadas de inmigrantes que vienen desde Venezuela hoy día. Lo mismo le podría decir a usted un ciudadano alemán en cuanto, por ejemplo, a los refugiados de Siria. Felizmente, nosotros con Venezuela compartimos no solamente la región, sino también la idiosincrasia, el idioma y muchos rasgos culturales. Por eso, en el Perú no hemos tenido ese choque cultural y eso facilita las cosas. Hay una disposición muy positiva hacia la migración. Ahora, lo que no podemos es seguir ignorando un problema humanitario muy grave y que necesita resolverse.
-¿Hay camino de solución a lo que hoy vive Venezuela?
-Yo creo que lo que tenemos que hacer es luchar, no aceptar a Venezuela como está hoy. Eso sería lo peor que podría suceder. La perennización de esta situación, por 50 o 60 años, y que nosotros nos acostumbremos a verla así, puede ser absolutamente negativo. La situación de Venezuela hoy es un problema regional; ya traspasó sus fronteras. ¿Podemos aceptar que un pueblo se desangre? Desde el punto de vista ético, político y de compromiso con la democracia, no lo podemos aceptar.
VISIÓN COMÚN DE FUTURO
-¿En qué pie están hoy las relaciones bilaterales entre el Perú y Chile?
-Las relaciones han avanzado mucho y tienen un enorme potencial de seguir avanzando. En el último tiempo hemos sido testigos de una situación que hace tiempo atrás hubiera sido inimaginable: Hoy tenemos un gabinete binacional, lo que ha sido muestra del gran avance. Ahora, como vecinos, siempre durante nuestra historia las relaciones han sido complejas, no exentas de complejidades. Pero ahora el gabinete binacional permite llegar a una máxima instancia de diálogos sectoriales, en el que se acuerdan políticas públicas para el tema de fronteras y a nivel nacional también.
-¿Hubo confianza, desde el inicio, en que esa estrategia binacional daría resultado?
-Debo confesarle que cuando decidimos ir a esa estrategia, ambos países, teníamos cierta aprehensión, porque la experiencia nos decía que los presidentes de Chile no estaban comprometidos. Y en este caso, nos dimos cuenta que sí, que existía ahora dicho compromiso.
-¿Estamos con temas saldados en materia limítrofe entre Chile y Perú?
-Yo creo que tenemos una gran deuda entre las dos sociedades, que es construir una visión común de futuro. Esa es la mayor deuda, porque si le damos a ambas sociedades esa visión, lo que hacemos al final es darle la capacidad de gestionar el día a día con mucha mayor naturalidad.
-Si hablamos de temas limítrofes, ¿Bolivia debe tener una salida soberana al mar por Chile?
-Es un proceso que en el Perú estamos siguiendo con mucha atención y es un tema que nos interesa mucho, pero no somos parte. Lo que nosotros consideramos y esperamos es que podamos llegar a una situación en la que prevalezca un ánimo cooperativo en toda la región y que podamos desarrollar una relación absolutamente fluida con todos. El Perú siempre ha tenido una muy buena relación con Bolivia, y hoy tenemos una muy buena relación con Chile. Y el día en que encontremos formas armónicas de llevar nuestras relaciones en la región, todos seremos ganadores.
-¿El primer paso para esa armonía sería restablecer relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile?
-No me toca pronunciarme o aconsejar sobre el primer paso; ese es un asunto que deben resolverlo Bolivia y Chile.
PIEDRA EN EL ZAPATO
-Si bien el gobierno de presidente Pedro Pablo Kuczynski ha tenido éxitos en lo económico, su administración ha sido ensombrecida por las acusaciones de corrupción en relación con la empresa Odebrecht. ¿Cuál es su análisis?
-El último año ha sido un periodo muy complejo. El desarrollo del tema de Odebrecht, en el Perú, ha estado produciendo una incertidumbre creciente alrededor del tema político, y esto se ha convertido en un elemento que ha impedido la recuperación económica y ha levantado ciertas barreras que no han permitido que la economía comience un nuevo un proceso de recuperación.
-Así lo ha declarado el presidente del Banco Central peruano.
-Así es, queramos o no, la duda de lo que acontecerá en el plano Ejecutivo ha provocado o ha resentido la actividad económica. No se trata de responsabilizar a uno u otro lado... son las condiciones en la manera en que se ha desarrollado o la manera cómo los peruanos hemos resuelto -o hemos querido resolver- los grados de corrupción que deja la asociación con Odebrecht.
-¿Cómo se vuelve a recuperar la confianza del pueblo peruano?
-Eso es imprescindible. Cualquier sociedad se funda en la confianza. Si no existe confianza, usted no puede convivir con el vecino. Recuperar la confianza hoy en el Perú es fundamental y es muy difícil. El mensaje para que ello vuelva a ocurrir debe ser un mensaje muy poderoso y convocante. Ahora, el Perú ha vivido situaciones, durante su historia, muy difíciles, y se ha repuesto siempre.