Seis de los siete sindicatos franceses han unido fuerzas para las marchas de este jueves, y dicen que las manifestaciones serán un anticipo de las protestas que planean para septiembre.
París. Los sindicatos franceses han convocado para este jueves huelgas en todo el país en protesta contra los planes del Gobierno de elevar la edad de jubilación a los 62 años y reformar las pensiones, en una jornada que según los organizadores sacará a las calles a más de un millón de trabajadores.
El día de acción será una prueba clave de fortaleza entre los poderosos sindicatos y el presidente Nicolas Sarkozy, que necesita recortar drásticamente el inflado déficit presupuestario y la deuda pública para ayudar al país a mantener su precioso rating de deuda soberana de AAA.
Miles de trabajadores del transporte se sumaron al paro, lo que afectó a los servicios ferroviarios, aéreos, metro y autobuses, mientras que también se esperaba que participaran en la huelga profesores y personal de la administración pública y parte del sector privado.
Hay planeadas unas 200 manifestaciones por toda Francia, y los sindicatos esperan ansiosamente llenar las calles de un soleado día de verano para defender su demanda de que el Gobierno abandone sus planes de elevar la edad mínima de jubilación en 2018 a 62 años, desde los 60 actuales.
"Esperamos que podamos congregar a más de un millón de manifestantes. Creo que está claro que superaremos esta cifra", dijo François Chereque, jefe del sindicato moderado CFDT, a la radio RTL.
"Es importante demostrar que la participación es mucho mayor que en las últimas semanas, lo que demostrará que los trabajadores están empezando a darse cuenta de que esta reforma es injusta", añadió.
En una jornada de protesta anterior en mayo, unos 395.000 manifestantes salieron a las calles, según cifras de la policía. Los sindicatos situaron la cifra en un millón.
El Gobierno desveló la semana pasada su planeada revisión del régimen de pensiones, diciendo que sin grandes cambios el sistema incurriría en déficits anuales de 100.000 millones de euros en 2050.
Aunque la edad de jubilación de 62 años sigue siendo inferior que en muchos de los vecinos de Francia, rompe un importante tabú en un país en el que muchos ven la jubilación a los 60 - introducida por un Gobierno socialista en 1983 - como un derecho humano.
Seis de los siete sindicatos franceses han unido fuerzas para las marchas de este jueves, y dicen que las manifestaciones serán un anticipo de las protestas que planean para septiembre, cuando se prevé que la reforma vaya al Parlamento para su aprobación.
El séptimo gran sindicato, Force Ouvriere, no participa porque dice que sus colegas no han adoptado una postura lo suficientemente dura con el Gobierno.