Los partidos oficialistas y de la oposición cerraron un acuerdo para integrar los organismos públicos. El presidente de Uruguay, José Mujica, dijo que era "sin condiciones".
Montevideo. Con un acto en el salón de fiestas del Palacio Legislativo, el gobierno uruguayo junto a todos los partidos con representación parlamentaria cerraron el acuerdo para integrar los organismos públicos, como entes, servicios descentralizados, empresas públicas y organismos de contralor, y al mismo tiempo dieron por concluido el trabajo de las comisiones multipartidarias en cuatro áreas: educación, seguridad, energía y medio ambiente.
Del evento participó el presidente José Mujica y la plana mayor del gobierno, así como las autoridades de los partidos Nacional, Colorado e Independiente.
Todos invitaron a “celebrar” el acontecimiento, ya que se trata de un hecho prácticamente inédito. La oposición habló de ejercer sus derechos y el gobierno de señales de apertura.
Fue un acto de gestos. Con un breve discurso, Mujica ungió los acuerdos partidarios –que ya alcanzaron la distribución entre partidos y ahora faltan los nombres-, uno de sus primeros grandes logros que, además, si se compara con la gestión de su antecesor -Tabaré Vázquez- representa un avance sustancial reconocido por todos.
El presidente aseguró que para dejar atrás las viejas formas de hacer política se necesitan “gestos de apertura y grandeza por todas partes”, y eso no significa “que la gente tenga que ponerse un bozal, callarse sus verdades, ni sus convencimientos”. El mandatario indicó que podrá haber participación de los partidos con una “feroz oposición” y “cada cual dirá lo que tiene que decir”, porque “acá no hay condiciones, la única condición es un compromiso común: o nos vamos para arriba o quedamos sepultados, y tenemos un compromiso que es con la nación”.
Enérgico, Mujica insistió con que la integración de los organismos con representantes de la oposición “no es una invitación a sentarse en un sillón de Ancap, es una invitación a cargar con la responsabilidad que tenemos encima, y esta responsabilidad no es del partido que ganó, es de todo el sistema político”.
“Cuando empezó esto estaba la tradición, “te puedo ofrecer estos cargos, pero me tenés que dar esto”… no, no, no. Te tengo que ofrecer sin condiciones lo que tengo, y vos pondrás lo que tengas que poner a nivel de tu conciencia, porque este es un país pequeño pero nadie banca la pechera”, definió el presidente.
Mujica pidió renovar los métodos y el funcionamiento del gobierno, y no sólo reclamar un recambio de personas. “La vida me enseñó que la apertura es la semilla que más se reproduce, y por eso entiendo que la manera de multiplicar las fuerzas es que seamos capaces de integrar un sistema que está hondamente comprometido con el porvenir”, agregó.
Recepción. Los líderes de los partidos, por su parte, marcaron sus puntos de acuerdo y discrepancia. Ante la ausencia de Luis Alberto Lacalle –presidente del directorio del Partido Nacional- fue Jorge Larrañaga quien por parte de los blancos saludó el acuerdo, pero también remarcó sus diferencias.
El líder de Alianza Nacional recordó que en 2005 –al inicio del período Vázquez- estos acuerdos no llegaron a buen puerto, lo que a su juicio generó “frustración”. Larrañaga dijo que al gobierno su partido le ofrece lo mismo que le reclama: “respeto”. Dijo además que el Partido Nacional destaca el “gesto político”, pero insistió con que se trata de un “derecho de la oposición” estar en los organismos públicos.
Larrañaga propuso crear una comisión multipartidaria para “controlar” el funcionamiento de los acuerdos entre los partidos.
A su turno, el secretario general del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, también celebró el momento y lo calificó de “inédito”. Definió a este período de gobierno como una “luna de miel”, pero remarcó que a partir de este martes se termina y ahora “hay que trabajar para mantener la relación”.
Más tarde en su discurso el presidente Mujica le respondió a Bordaberry: “yo no he tenido luna de miel, a lo largo de la vida aprendí mucho más de las derrotas que de las bonanzas”.
El líder colorado dijo que su partido ofrece “lealtad”, no decir que está “todo bien” cuando está “todo mal”. Tampoco “hablar en lo corrillos” ni “esconderse como los inspectores para marcar los errores”.
Bordaberry, además, propuso incluir a los cuatro temas de acuerdo –educación, energía, seguridad y medio ambiente- “desarrollo social” y “vivienda”. Bordaberry discrepó con Larrañaga cuando pidió no reivindicar más los “derechos”, porque “esto se trata de una obligación”.