El mandatario uruguayo dijo que las políticas represivas han fracasado y que es necesario que el Estado le arrebate mercado a los narcotraficantes.
Si el Parlamento no aprueba leyes en torno al consumo de drogas y de la actividad del narcotráfico, a Uruguay le puede ocurrir un problema similar al que ocurre en Centroamérica.
José Mujica recordó en La República de este lunes 31 que 3 mil de los 9 mil presos están recluidos por delitos vinculados al narcotráfico.
Esa actividad delictiva, según el presidente, “trajo los ajustes de cuentas y una violencia inusitada que no era propia de Uruguay”.
Defendió el proyecto oficial que legaliza el consumo de marihuana y propone que el Estado sea productor de esa droga porque entiende que es un modo de “arrebatarle un mercado” al narcotráfico. Y adelantó que el proyecto será una prioridad del gobierno para el 2013 que decidió postergarlo para llevar adelante una discusión más profunda del sistema político y de la sociedad.
Supone “sacarle justificación económica, para que no sea económicamente ventajoso”.
Mujica dijo que las políticas de represión a la droga no han dado resultados y de seguir por el mismo camino, Uruguay le “puede pasar” lo mismo que a Centroamérica.
La última tendencia que se advierte del narcotráfico es que Centroamérica se ha convertido en un escenario de acción de miembros de cárteles del narcotráfico mexicano, quienes usan cada vez más la región como campo de operaciones y almacenamiento, con la consecuente violencia que genera esa actividad.