Michel Temer admitió que la apertura de un juicio político contra la presidenta brasileña, desde su calidad de vicepresidente, supone una "gran responsabilidad".
Michel Temer admitió que la apertura de un impeachment contra la mandataria Dilma Rousseff, votada este domingo en la Cámara de Diputados, lo proyecta como futuro jefe de Estado, lo cual supone una "gran responsabilidad".
"Lo que nos espera es una gran responsabilidad", sostuvo ante un grupo de colaboradores y congresistas el vicepresidente Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
"Ahora es que viene la parte más difícil", reconoció informalmente ante allegados en la residencia oficial de la Vicepresidencia, el Palacio de Jaburú.
Desde allí asistió a la transmisión televisiva de la votación en la Cámara baja donde se aprobó el impeachment por 367 votos opositores contra 137 del oficialismo.
La residencia oficial fue visitada por varios parlamentarios luego de la victoria sobre Rousseff que proyecta a Temer como eventual mandatario a partir de mayo, informó hoy el diario Folha de San Pablo.
A partir de este lunes Temer iniciará los "sondeos oficiales" para la formación de su gabinete mientras su correligionario Eduardo Cunha, jefe de Diputados, presentará ante el Senado la documentación que oficializa el resultado.
La estrategia de Temer y Cunha es abreviar los tiempos para que la Cámara alta constituya una Comisión Especial que analice el tema y vote la apertura de un proceso, lo cual puede ocurrir entre el 11 y 12 de mayo, tras lo cual Rousseff deberá licenciarse como presidenta.