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Justicia chilena pide extraditar a secretaria de represor que justificó la tortura
Jueves, Enero 16, 2014 - 13:57

Adriana Rivas, asistente del ex director de la DINA Manuel Contreras, y que desde Australia calificó como “necesaria” esa práctica, está requerida por la desaparición de Víctor Díaz, en el caso Calle Conferencia.

Las presunciones fundadas de su complicidad y los datos precisos respecto de su paradero, llevaron a la Corte Suprema a aprobar este jueves la petición de extradición de Adriana Rivas González, ex secretaria personal de Manuel Contreras durante su gestión como director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).

La Segunda Sala del máximo tribunal acogió así la solicitud presentada por el ministro de la Corte de Apelaciones, Miguel Vázquez, que tiene a la mujer entre los procesados por el caso Calle Conferencia, en que se extermina a la cúpula clandestina del Partido Comunista en 1976, y particularmente por el secuestro y desaparición del secretario general de esta colectividad, Víctor Díaz.

Detalles de la resolución. El fallo establece que "en el caso examinado, la persona solicitada se encuentra suficientemente individualizada, habiendo prestado declaración en su oportunidad ante el instructor y existiendo antecedentes que la señalan en la situación investigada. Asimismo, se trata de un hecho cometido en esta ciudad, que se encuentra sancionado en ambos Estados, que tiene asignada una pena superior a un año de privación de libertad".

Enfatiza que "se trata de un delito que no tiene carácter político; existe auto de procesamiento pronunciado contra la imputada respecto de quien se ha librado orden de captura internacional y la acción penal no se encuentra prescrita, teniendo en consideración al respecto que se trata de un delito de lesa humanidad".

Sus polémicas declaraciones en Australia. En septiembre de 2013, la ex secretaria de la DINA realizó declaraciones a la emisora australiana SBS que causaron repercusión al decir que defendía la tortura y, además, señaló que aquellos años en que perteneció al aparato represor fueron los mejores de su juventud.

Considerada agente de la Brigada Lautaro, la mujer en esa conversación indicó que las torturas en su país durante el régimen de Augusto Pinochet eran "un secreto a voces" y las calificó de técnica "necesaria" para "quebrantar a la gente".

La mujer regresó en el año 2006 para asistir a un matrimonio de un familiar y al poco tiempo fue detenida por sus eventuales implicación en el Caso Conferencia. Si bien quedó en libertad sin poder salir de Chile, una amiga la ayudó a regresar a Sidney a través de Argentina.

Autores

Nación.cl