Remarcó que nunca le entregó dinero al congresista Joaquín Ramírez, quien es investigado en la DEA por presunto lavado de activos, según informes periodísticos de Univisión y Cuarto Poder.
Lima. La candidata presidencial de Fuerza Popular (FP), Keiko Fujimori, rechazó este domingo a última hora una denuncia que la vincula en una investigación de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos, DEA, sobre presunto lavado de dinero, y dijo que hay una guerra sucia en su contra.
Remarcó que nunca le entregó dinero al congresista Joaquín Ramírez, quien es investigado en la DEA por presunto lavado de activos, según informes periodísticos de Univisión y Cuarto Poder.
“Rechazo categóricamente lo dicho sobre mi persona. A tres semanas de las elecciones, que se diga que he dado 15 millones de dólares a Joaquín Ramírez, eso absolutamente falso. Jamás he manejado dinero de la campaña, todo esto es parte de una guerra sucia que denuncio y condeno (...)”, señaló.
En declaraciones al programa Cuarto Poder, indicó que no aceptará que se realicen informes “con mentiras” y que ese tipo de denuncias no la afectarán.
“Si pretenden derrotarme por esta guerra sucia, la verdad es que es muy lamentable que el señor Pedro Pablo Kuczynski, esté llevando la campaña a ese nivel”, agregó.
Asimismo, dijo que en los próximos días FP pedirá a la Droug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos que les brinde información sobre el caso “para saber si es cierta la investigación o no”.
Comentó que no tiene información sobre el patrimonio de Joaquín Ramírez y dijo que en su partido “no blindan a nadie”.
Según un reportaje emitido por el programa Cuarto Poder, en conjunto con la cadena Univisión, Ramírez, actual congresista por Fuerza Popular, es investigado por la DEA.
En el informe periodístico se da cuenta que Ramírez habría vinculado a su propia candidata presidencial, Keiko Fujimori, en una operación de lavado de dinero.
La denuncia se basa en la versión del aviador civil Jesús Francisco Vásquez, exsocio de Ramírez, quien dijo haber grabado una conversación en la que el congresista afirma que Fujimori le entregó US$15 millones para lavarlos en la campaña presidencial del año 2011.