Así lo anunció este martes Xinhua, la agencia oficial, quien facilitó el calendario de nombramientos que a lo largo de la semana pondrán en el poder del Estado y el Gobierno a la "quinta generación" de líderes comunistas.
Pekín, EFE. Los delegados que participan en el plenario anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, máximo órgano legislativo de China) votarán este jueves, 14 de marzo, al nuevo presidente del país, un puesto que salvo sorpresa será para Xi Jinping, secretario general del Partido Comunista desde noviembre.
Así lo anunció este martes Xinhua, la agencia oficial, quien facilitó el calendario de nombramientos que a lo largo de la semana pondrán en el poder del Estado y el Gobierno a la "quinta generación" de líderes comunistas.
Ese mismo día también se votará un nuevo vicepresidente, puesto que el propio Xi dejará vacante y para el que suenan dos candidatos: Li Yuanchao, quien en el XVIII Congreso del Partido Comunista (PCCh) dejó el influyente cargo de secretario de Organización, y Li Yunshan, jefe del Secretariado de la formación.
El viernes, día 15, los legisladores elegirán al primer ministro del país (puesto que recaerá en Li Keqiang, aunque tampoco sea aún oficial) y los juristas que presidirán el Tribunal Supremo y la Fiscalía General del Estado.
Finalmente, el sábado se votarán viceprimeros ministros, consejeros de estado, el gobernador del Banco Central y los ministros del Gobierno.
El número de carteras ministeriales pasará de 27 a 25, después de que el Consejo de Estado aprobara hace pocos días un amplio plan de reestructuración gubernamental encaminado a la reducción del gasto, en el que destaca la eliminación del Ministerio de Ferrocarriles.
El domingo, coincidiendo con la clausura de la reunión anual de la ANP, el ya primer ministro chino, Li Keqiang, ofrecerá su primera rueda de prensa en la que previsiblemente dará indicaciones sobre las actuaciones y prioridades del nuevo Ejecutivo chino.
Muchos de los cargos ya están prácticamente decididos desde el XVIII Congreso del PCCh y, para muchos observadores, la elección por parte de la ANP pretende dar un decorado de legitimidad a las decisiones del Estado-Partido, a falta de una división de poderes real.