Pese a que hasta ahora el mensaje de expertos y el Gobierno era que la economía española avanzaba al margen de las tensiones, la naturaleza sin precedentes de los acontecimientos está añadiendo una incertidumbre tanto política como económica de consecuencias imprevisibles.
Madrid. El agravamiento de la crisis catalana ante el creciente movimiento independentista y la polémica respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy al referéndum de autodeterminación condicionará previsiblemente la estabilidad política de un Ejecutivo en minoría parlamentaria, impidiendo que lleve a cabo reformas necesarias para el país, dijeron analistas el lunes.
La policía utilizó porras y pelotas de goma para tratar de frustrar la consulta del domingo en una demostración de fuerza que dejó cientos de heridos, mientras el presidente catalán abría la puerta a una declaración unilateral de independencia ignorando las dudas sobre las garantías de la votación.
Pese a que hasta ahora el mensaje de expertos y el Gobierno era que la economía española -que se prevé que crezca en 2017 más de un 3% por tercer año consecutivo-, avanzaba al margen de las tensiones, la naturaleza sin precedentes de los acontecimientos está añadiendo una incertidumbre tanto política como económica de consecuencias imprevisibles.
“Las imágenes de los enfrentamientos entre la policía española y ciudadanos que querían votar (...) pueden dificultar que el gobierno en minoría del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, pueda gobernar con eficacia”, dijo el lunes Holger Schmieding, economista jefe en Berenberg, que concedió una “victoria táctica” a los independentistas.
Según su análisis, el período de confusión podría desacelerar el crecimiento español hasta un 2,5% hasta que las tensiones disminuyan, aunque ve poco probable que la recuperación total de España pueda descarrilar al ser demasiado amplia y estar bien arraigada.
El Ibex-35 abrió el lunes con una caída superior al uno por ciento, a contracorriente de la subida del resto de bolsas europeas, con analistas citando las tensiones políticas después de que el Banco de España ya advirtiera la semana pasada del riesgo para la economía de la crisis catalana.
Presupuestos y reformas en el aire. El Gobierno renunció la semana pasada a presentar al Congreso en el plazo legal los presupuestos para 2018 ante la falta de apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV), y si finalmente no consigue sacar adelante unas nuevas cuentas, el fantasma de unas nuevas elecciones generales anticipadas no tardará en aparecer tras un 2016 marcado por la parálisis política.
En un Congreso muy fragmentado, el Partido Popular de Rajoy cuenta con 137 escaños de un total de 350 y su principal socio de legislatura, Ciudadanos, apenas suma otros 32. Aunque volviera a contar con el apoyo de dos diputados canarios, el PP no alcanzaría la mayoría absoluta sin los cinco representantes del PNV, que por ahora descarta negociar ante la fractura institucional por Cataluña.
Pese a las duras críticas a la actuación policial el domingo, el líder del principal partido de la oposición, PSOE, dejó claro que seguirá apoyando la unidad territorial del país a pesar de las llamadas de Podemos a que retire su apoyo institucional para desbancar a Rajoy. El mandatario popular, por su parte, ha llamado al diálogo a todos los partidos representados en el parlamento nacional.
Con esta crisis sobrevolando toda la actualidad política, otras reformas con riesgo de bloqueo serán las de la financiación autonómica y la de las pensiones, mientras sigue adelante una convocatoria de huelga general para el martes en Cataluña.
Aunque los analistas siguen descartando la independencia efectiva de Cataluña en un futuro cercano, sí prevén que se amplíe el apoyo a la independencia en la región y plantean la posibilidad de conceder una mayor autonomía fiscal a la región a largo plazo e incluso la realización de un referéndum pactado.
Desde Citi consideraron el lunes que, pese a que su escenario central es el de elecciones anticipadas en Cataluña, está “creciendo el riesgo de mayor confrontación”, con “posibles costes económicos graves”.
Citi cree que existe el riesgo de una declaración unilateral de independencia en los próximos días y el consiguiente recurso del Gobierno español al artículo 155 de la Constitución, con posible suspensión de poderes del Gobierno regional.
“La combinación de un gobierno en minoría (del PP en el Congreso español) y la campaña por la independencia catalana podría impedir que España realice unas reformas muy necesarias, por lo que seguimos cautos respecto a la renta variable española”, dijo por su parte Yvan Mamalet, economista senior de la zona euro del banco francés Societe Generale.