La ONU dijo que la paliza mortal de un hombre negro por parte de guardias blancos en Brasil es un ejemplo del "racismo estructural" del país y pidió una investigación independiente, así como reformas urgentes.
La muerte de Joao Alberto Silveira Freitas a manos de guardias de seguridad en un centro comercial Porto Alegre es, en opinión de la ONU, un ejemplo "extremo" de la violencia que padece la población negra en Brasil, aún "demasiado común", por lo que ha abogado por emprender reformas de calado que contribuyan a solventar "el racismo y la discriminación estructurales"
La muerte de 'Beto' Freitas ha provocado una oleada de manifestaciones contra el racismo en Brasil. El lunes, por cuarto día consecutivo, estas protestas se repitieron en Porto Alegre, donde se vivieron escenas de tensión y las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes con pelotas de goma, según G1.
Una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha tachado de "deplorable" la muerte del joven y ha asegurado que "debería ser condenada por todos", sin excepción. El Gobierno, ha añadido, tiene una "responsabilidad particular" a la hora de reconocer el "problema subyacente" a este caso y subsanarlo.
Shamdasani ha recordado que este racismo está documentado, habida cuenta de que los datos oficiales muestran que los afrodescendientes figuran de una forma "desproporcionadamente alta" entre las víctimas de homicidios y la población penitenciaria, al tiempo que son casi "invisibles" en la toma de decisiones. En este sentido, ha apuntado que hay una "necesidad urgente" de tomar medidas.
"El legado del pasado sigue presente en la sociedad brasileña, al igual que en otros países", ha añadido la portavoz, quien ha abogado por reformar leyes, instituciones y políticas para zanjar cuestiones básicas como los "estereotipos raciales" y mejorar el conocimiento general de la cultura e historia del colectivo afrodescendiente.
Investigación del caso. Las autoridades brasileñas han iniciado una investigación sobre el caso de 'Beto' Freitas y la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas espera que sea "rápida, completa, independiente y transparente". Según Shamdasani, una de las variables que debe quedar clara es si hubo "sesgo racista" por parte de los agentes que interceptaron al joven.
Asimismo, ha llamado a esclarecer si la Policía está haciendo un "uso innecesario y desproporcionado de la fuerza" contra las personas que se manifiestan para protestar por este caso.
La oficina que dirige la expresidenta chilena Michelle Bachelet ha apelado igualmente a la "responsabilidad" de las empresas, de tal forma que tengan en cuenta aspectos relativos a los Derechos Humanos a la hora de contratar los servicios de seguridad privadas.
En este sentido, ha señalado que Carrefour, el supermercado donde se produjo el incidente, ya ha prescindido de la compañía de seguridad que tenía contratada y ahora espera que haga una evaluación a fondo de lo ocurrido para evitar que vuelvan a repetirse circunstancias similares.
Carrefour, por su parte, ha publicado un comunicado en el que la empresa se muestra "consternada" y en el que promete una revisión interna para avanzar en aras de la igualdad. "Estamos aprendiendo mucho y estamos seguros de que este momento de profunda tristeza se convertirá en acciones concretas que eviten tragedias como ésta se repitan", ha enfatizado.