En una alocución radiotelevisada, el presidente Santos, acompañado por su gabinete y por el equipo negociador en la capital cubana, dijo que respeta la decisión de los ciudadanos y espera encontrar una salida para la crisis.
En una reñida votación, la mayoría de los colombianos que hicieron uso de su derecho al voto este domingo decidieron no aprobar los acuerdos pactados entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poner fin a 52 años de una guerra civil que ha dejado alrededor de ocho millones de víctimas.
Tan sólo seis días atrás en la ciudad de Cartagena de Indias, se vivía una fiesta en Colombia por la histórica firma del acuerdo final de paz, suscrito allí por el presidente del país, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", en una ceremonia a la que fueron invitados los presidentes de la región y líderes de las organizaciones mundiales como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Este domingo, por una estrecha diferencia del 50,21% para el "No" sobre el 49,78% para el "Sí", las negociaciones de paz celebradas durante los últimos cuatro años en La Habana, Cuba, quedaron sin piso jurídico y sin la posibilidad inmediata de implementarse.
En una alocución radiotelevisada, el presidente Santos, acompañado por su gabinete y por el equipo negociador en la capital cubana, dijo que respeta la decisión de los ciudadanos y espera encontrar una salida para la crisis que supone este momento en su país.
"Yo los convoqué para que decidieran si respaldaban o no el acuerdo para la terminación del conflicto con las FARC. Y la mayoría, así sea por un estrechísimo margen, ha dicho que no. Soy el primero en reconocer este resultado", manifestó.
Agregó que utilizará sus facultades para mantener la estabilidad en el país y, por eso, lo primero que garantizó fue que se continuará con el pacto de cese al fuego bilateral, con lo cual estuvo de acuerdo el jefe guerrillero Rodrigo Londoño.
"El cese al fuego y las hostilidades bilateral y definitivo sigue vigente y seguirá vigente. Escucho a los que dijeron 'No' y escucho a los que dijeron 'Sí'. Todos sin excepción quieren la paz, así lo han dicho expresamente", señaló.
De las 34.899.945 personas habilitadas para votar, 13.066.047 ejercieron su derecho al voto. Es decir, el 37,43% de los colombianos acudieron a las urnas, lo que señala un índice de abstención del 62,57%.
Los resultados mostraron también que, en las zonas donde el conflicto armado ha dejado mayor número de víctimas, el 'Sí' superó por amplio margen al 'No', mientras que las grandes ciudades que no han sido blanco de los ataques guerrilleros decidieron rechazar el acuerdo de paz.
Santos hizo un llamado a los ciudadanos para buscar la unidad y señaló que la delegación de negociadores viajará mañana lunes a La Habana para tratar la crisis con la delegación de las FARC.
"Siempre he creído en el sabio consejo chino de buscar oportunidades en cualquier situación y aquí tenemos una oportunidad que se nos abre con la realidad política que se manifestó a través del plebiscito. Buscar puntos de encuentro y de unidad es ahora más importante que nunca y es lo que vamos a hacer (...) No me rendiré, seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato porque ese es el camino para dejarle un mejor país a nuestros hijos", expresó.
Entre quienes respaldaron el pacto firmado por Santos y Londoño, la jornada pasó pronto de la fiesta al dolor. El llanto y la desesperanza se apropió de los escenarios donde se esperaba celebrar el inicio de una era pacífica.
Congresistas y senadores que apoyaron campañas por el "Sí" al plebiscito manifestaron la desazón que deriva de la no instauración del acuerdo que para muchos representaba el primer paso para construir un país con progreso.
En entrevista con Xinhua, la representante a la Cámara Angélica Lozano lamentó los hechos, pero confió en que el presidente y su equipo logren proteger los acuerdos, que incluyen temas como las víctimas, la reforma rural, el narcotráfico y la terminación del conflicto.
"Santos, hay que reconocerlo, yo no lo apoyo, yo le hago oposición, pero logró lo imposible, que con las FARC acordaran algo realista y trascendental. Les fallamos los hombres y las mujeres de Colombia y no nos vamos a sentar a llorar 52 años", aseveró.
"Lloramos hoy y lloraremos unos días -continuó-, pero este país lo vamos a sacar adelante, no vamos a seguir contando muertos y vamos a lograr un proceso que es incierto y difícil porque aquí hubo una derrota puntual y los resultados se asumen".
Expresó que "ellos lo que quieren es derrocar a este gobierno y abortar y botar a la caneca este proceso de paz. La renegociación es ilusa, veremos ahora cómo el presidente timonea esto, las FARC hicieron un mensaje positivo, de modo que la madurez y la altura depende de los colombianos y este es el resultado".
Desde La Habana, Rodrigo Londoño, máximo jefe de las FARC, lamentó los resultados, pero aseguró que el movimiento insurgente seguirá usando únicamente la palabra como arma de ahora en adelante.
Ciudadanos de otros países también mostraron su congoja por la frustración de un acuerdo que, a su modo de ver, llevaría a Colombia a un nuevo estadio alejado de la guerra.
Otros, como Fernando Sarmiento, apelaron a la serenidad y el análisis para encontrar perspectivas desde las cuales abordar la división de un país que ha decidido no apostarle a la reconciliación como vía hacia el futuro.
"Esto nos deja en este país en un momento muy complicado de profundización de la polarización que realmente existe. Demuestra que el conflicto tiene también otras vías, otras rutas que hay que explorar y hay que mirar. Yo estaba pensando que el verdadero conflicto, la verdadera guerra no se centra específicamente en las guerrillas sino en otros sectores y otros intereses y habrá que sentarse con ellos a negociar también", opinó.
Las ciudades donde el "No" ganó con contundencia y señalaron el rumbo del resultado fueron Medellín y Bucaramanga, en que los principales promotores del "No", Alvaro Uribe, expresidente del país, y Alejandro Ordóñez, exprocurador de la nación recientemente destituido, ejercen fuerte influencia.
Lugares como Bojayá, en el Chocó, y las poblaciones del departamento del Cauca, que durante años sufrieron los estragos de los enfrentamientos, fueron las más decididas a respaldar el acuerdo suscrito en Cartagena el pasado 26 de septiembre.
Olga Noriega, una de las millones de víctimas de la guerra en Colombia, dijo a Xinhua que es triste que los colombianos no hayan comprendido la responsabilidad que tenían para decidir.
"Tristemente unos colombianos se dejaron inducir por el 'No', simplemente esa es la ignorancia y no confiaron en que Colombia podía tener un país en paz y dejaron la decisión a las FARC y si deciden ellos volver al conflicto, ya es voluntad de ellos. Y nuestros hijos y nuestros nietos nunca van a ver una Colombia en paz", dijo.
En el exterior, donde también se habilitaron mesas para la votación el 54 por ciento de los votantes respaldaron el acuerdo y 45,86 le dijeron no.
Santos aseguró que se reunirá con los líderes de la oposición para buscar alternativas a la situación presentada por resultados del plebiscito y encontrar caminos de unidad que deriven en la paz que por ahora quedó en suspenso.
Por su parte, los miembros del Centro Democrático de Uribe celebran a esta hora los resultados que son fruto de su intensa campaña por el "No" en diferentes ciudades del país.
"Queremos aportar a un gran pacto nacional. Nos parece fundamental que, en nombre de la paz, no se creen riesgos a los valores que la hacen posible: la libertad, la justicia institucional, el plurarismo, la confianza en el emprendimiento privado acompañado de una universal de calidad como cabeza de la política social", dijo el exmandatario tras conocerse la votación.
La mañana de este domingo, después de su votación, el exmandatario volvió a arremeter en contra del proceso de paz que, según él, beneficia sólo a los rebeldes, quienes tendrían demasiados beneficios si se comprometen a decir la verdad, a entregar las armas y a no repetir sus delitos.
"Qué le van a decir a 140.000 presos colombianos que en promedio han cometido delitos menos graves que los de las FARC, qué le van a decir a eso presos cuando los mayores responsables de las FARC no tiene castigo adecuado y tienen elegibilidad política", aseguró.
Y continuó: "Pregunto a la comunidad internacional si un país democrático habría dado elegibilidad e impunidad al delincuente que, como en el caso de las FARC, a este secuestrado que aparece en esta foto le pusieron un collar bomba en el cuello", expresó.
En medio de la incertidumbre, el gran ganador de la jornada es Uribe y su bancada, quienes han demostrado que gran parte del país todavía confía en sus ideales políticos para Colombia.