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La sombra del narcotráfico se expande sobre clase dirigente de Venezuela tras acusación contra vicepresidente
Jueves, Febrero 16, 2017 - 09:53

Investigaciones desde 2008 sugieren vínculos de jefes militares en el tráfico de estupefacientes en ese país. Maduro alega campaña de desprestigio.

Aunque el gobierno de Estados Unidos impuso esta semana sanciones económicas al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, por sus relaciones con el narcotráfico, su caso no es el único dentro del círculo de poder nacional: tanto militares de alto rango como políticos reconocidos han sido acusados desde 2008, cuando EE. UU. comenzó sus pesquisas sobre el tema, por su intervención y apoyo al paso y venta de estupefacientes en el país. (Vea: Top de los chavistas involucrados con el narcotráfico)

Uno de los ejemplos más recientes son los sobrinos de la esposa de Maduro, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, que fueron encontrados culpables de traficar 800 kilogramos de cocaína hacia Estados Unidos. En marzo se conocerá su condena. Por ese entonces, Maduro alegó (como ahora con las acusaciones contra su vicepresidente) que todo era un plan de EE. UU. para desestabilizar al gobierno venezolano. Sin embargo, el grupo de investigación Insight Crime ha encontrado que tanto agentes del gobierno como militares estarían involucrados en el negocio del narcotráfico. Según la organización, Maduro estaría encubriendo a altos rangos militares a cambio de que presten su total lealtad a su gobierno, que se encuentra estancado y en decaída por la crisis económica que agobia al país desde 2015.

La dinámica no es nueva. En 2008, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (que hace parte del Departamento del Tesoro de EE. UU., el mismo que acusa a El Aissami) incluyó a tres funcionarios venezolanos en su lista de involucrados con el narcotráfico: el exministro Ramón Rodríguez Chacín y los generales Henry Rangel Silva y Hugo Carvajal. Desde entonces, cerca de 80 funcionarios públicos de Venezuela han entrado en esa lista: se les han congelado sus activos en EE. UU., prohibido hacer negocios con empresas de ese país y negado el visado. Las investigaciones siguen abiertas.

Uno de los casos más recientes ocurrió en 2015: Vasily Kotosky Villarroel Ramírez, capitán retirado de la Guardia Nacional de Venezuela, fue capturado en 2015, meses después de que EE. UU. lo señalara como un “capo”. En agosto del año pasado, fiscales norteamericanos acusaron a Néstor Luis Reverol Torres, exdirector general del organismo antinarcóticos, de colaborar con narcos. Un día después, Maduro lo nombró Ministro del Interior. Por ese y otros casos, se ha dicho que, aunque ha habido algunas capturas de militares, todas estas han apuntado a individuos de bajo rango y, en cambio, a la protección de las fichas que están más alto en la pirámide política. En mayo de 2015, segúnThe New York Times, el gobierno de EE. UU. llevaba adelantada una investigación contra decenas de funcionarios, entre ellos Diosdado Cabello.

Autores

ELESPECTADOR.COM