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¿La última samba de Lula?
Viernes, Septiembre 4, 2015 - 12:14

¿Regresará Lula al poder? Todo parece que así será. En medio de la crisis política en Brasil el ex presidente Lula da Silva no descarta su candidatura en 2018.

"La oposición se equivoca si cree que el Partido de los Trabajadores (PT) está acabado”, dijo Lula hace pocos días en Minas Gerais, lanzando una consigna: “Prefiero hacer campaña electoral para asegurar que la oposición no regrese al poder”. Lula, de 69 años de edad, cofundador del PT, es considerado un “salvador”. Muchos de los brasileños creen que este ex líder sindical puede hacer milagros políticos.

Un "milagro político" es justamente lo que necesitaría la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y su Partido de los Trabajadores. Según encuesta de Datafolha, solo el 8% considera que su gobierno es bueno o muy bueno. El PT también perdió su popularidad. Sus índices de aprobación cayeron entre 2013 y 2015 del 29 al 9%.

"El anuncio de Lula le da un respiro al PT", dice Felix Dane, ex director de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) en Brasil. Ahora, “en lugar de hablar de la crisis, el debate se centra en la posible candidatura de Lula", apunta Dane.

Lula: un mito. Los rumores sobre su regreso siempre se han mantenido. "Si Rousseff fracasa y se convocan elecciones anticipadas, el llamado a Lula será cada vez más fuerte", predijo en 2015, Juan Arias, del diario español El País. Lula sigue gozado de alta credibilidad, tanto entre pobres como entre empresarios.

También Felix Dane considera a Lula un talento excepcional: "Lula es el Pelé de la política brasileña. Baila samba con todos los partidos y siempre se las arregla para barajar las cartas".

Pero hay también quienes intuyen que Lula debe saber algo sobre los casos de corrupción descubiertos. Una muestra: el dueño de una de las empresas implicadas en el escándalo en Petrobras confesó ante un juez que los sobornos para adjudicarse contratos con la petrolera brasileña los pagaba mediante donaciones legales al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), como reporta efe. Ricardo Pessoa, propietario de la constructora UTC Engenharia y uno de los presos que aceptó colaborar con la investigación a cambio de reducciones en sus penas, afirmó que las donaciones eran acordadas directamente con Joao Vaccari, el entonces tesorero del PT, la formación de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y de su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva.

Corte de gastos sociales. Entretanto, Lula parece comprender que su regreso como “salvador” no sería fácil. En una reciente reunión del partido, él mismo advirtió que el PT tendrá que reconocer sus errores. "Debemos cuestionarnos si estamos poniendo en práctica lo que nos hemos propuesto", dijo.

Un comentario interpretado como una crítica indirecta a Rousseff, no al PT. El gobierno prevé precisamente cortar gastos en donde realmente hay que invertir. La inversión en salud pública será recortada en 2016 en 2%, educación en 1%, y los programas sociales en 0,6%. Roussef está bajo una enorme presión. La recesión la obliga a tomar medidas de austeridad impopulares. Se estima que el PIB de la 7ª economía del mundo se reducirá en un 1,8%, este año.

"En Brasil no solo hay crisis económica, sino también de confianza", diagnostica Felix Dan y concluye que “no sólo el PT está en la picota, sino toda la clase política".

Autores

Deutsche Welle