La iniciativa, mencionada por el negociador de las FARC "Pablo Catatumbo" (alias de Jorge Torres Victoria), es la respuesta a la decisión del Gobierno colombiano de crear un Comando de Transición al postconflicto, liderado por el general Javier Flórez.
Las FARC expresaron este martes su intención de crear con urgencia lo que denominaron un Comando Guerrillero de Normalización, que deberá "estudiar el regreso de la fuerza militar a su rol constitucional y el desmonte de los batallones de contrainsurgencia".
La iniciativa, mencionada este martes por el negociador de las FARC "Pablo Catatumbo" (alias de Jorge Torres Victoria) ante la prensa en La Habana, es la respuesta a la decisión del Gobierno colombiano de crear un Comando de Transición al postconflicto, liderado por el general Javier Flórez.
Las FARC, que este lunes ya rechazaron la creación de esa nueva unidad militar, declararon este martes que entienden esa medida del Gobierno de Juan Manuel Santos como "la generación de un principio de subalternidad de la guerrilla a la fuerza pública desde ahora mismo, lo cual es impensable para la insurgencia".
Ese comando de normalización deberá, según la guerrilla, "estudiar e implementar mecanismos de normalización" de las fuerzas armadas para "su pronto regreso a su destino constitucional, que es la defensa de la dignidad nacional y sus fronteras".
"La igualdad entre las partes en la mesa implica que si se llega a la normalización de la convivencia ciudadana, el asunto tiene efectos y hay capacidad de opinión en ambos lados", subrayó.
En su declaración ante al prensa, "Catatumbo" también se refirió a la necesidad de conformar una comisión investigadora del fenómeno paramilitar, que "no se deberá confundir con la Comisión de la Verdad" y que tendrá que establecer "cómo se conformó, cómo funcionó, dónde se estableció, con qué dinero, quiénes lo auparon y estimularon y por qué sigue vivo".
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reiteraron sus críticas al Ejecutivo que, a su juicio, está centrando las discusiones sobre el fin del conflicto en la desmovilización y entrega de armas de la insurgencia, mientras que da por sentado que la "reforma de la fuerza pública es un tema no negociable".
Las FARC insistieron en que el punto de la agenda referido al cese el fuego, que se está estudiando en estos momentos en subcomisiones con participación de militares, debe ser "un proceso integral y simultáneo".
En este sentido, pidieron al Gobierno de Santos que no tome decisiones "unilaterales" y que no reinterprete el contenido del Acuerdo General de La Habana, alcanzado el 26 de agosto de 2012 y que constituye la hoja de ruta del proceso de paz.
"Podrían estar enrareciendo el ambiente de las conversaciones de paz", opinó Catatumbo.