La estimación fue entregada este lunes por la ministra de Economía Christine Lagarde, citando una estimación del gobierno.
París. La escasez de combustible persistía este lunes en las gasolineras de Francia, mientras el gobierno cuantificaba los costos de las semanas de huelgas contra una impopular reforma de pensiones entre 200 y 400 millones de euros diarios.
Un cuarto de las gasolineras francesas tenían poco o nada de combustible y trabajadores de siete de las 12 refinerías del país votaron seguir la paralización por las próximas 24 horas. Dos refinerías votarán para decidir en destino de las huelgas que ya llevan dos semanas.
La ministra de Economía, Christine Lagarde, dijo que las acciones contra el plan gubernamental de elevar dos años la edad de jubilación estaban afectando a las empresas y dañando la imagen de Francia, en momentos complejos para la segunda mayor economía de Europa.
"Podemos hacer una estimación, la banda es amplia, entre 200 y 400 millones de euros al día", dijo en una entrevista con la radio Europe 1 a la vuelta de una reunión de ministros de economía del G20 en Corea del Sur.
"También hay un peligro moral: el atractivo del territorio (francés) está en juego cuando ves imágenes como esas", afirmó.
Las imágenes de barricadas en llamas en refinerías y depósitos de combustible bloqueados, enfrentamientos entre manifestantes y la policía en protestas callejeras, avergonzaron al presidente Nicolas Sarkozy en su intento por mostrar que el país puede tomar medidas concretas para frenar su déficit.
Convocatorias para más protestas. Los sindicatos convocaron a dos días más de protestas nacionales el 28 de octubre y el 6 de noviembre, que buscan seguir la lucha pese a que el Senado ya aprobó la legislación el viernes. La ley debe ser ratificada esta semana.
Durante el fin de semana, el ministro de Energía Jean-Luis Borloo buscó tranquilizar a la población antes de un receso escolar festivo de 12 días y dijo que la situación del combustible volverá a la normalidad "dentro de días", pese a que no entregó fechas específicas.
Sarkozy, cuyo índice de popularidad está en su peor nivel a 18 meses de las próximas elecciones presidenciales, le ordenó a la policía romper los bloqueos de los depósitos de combustible, utilizó las reservas estratégicas y aumentó las importaciones del comburente.
El gobierno también perseguirá a los administradores de gasolineras que intentaron sacar provecho de la escasez elevando los precios. La policía realizó unas 2.000 revisiones y acusó a 40 personas de "abuso", indicó Lagarde.
Las empresas pequeñas, aún débiles a causa de la recesión, han sufrido la peor parte durante las semanas de huelga contra la reforma. El grupo industrial francés MEDEF pidió el sábado una moratoria a las cargas sociales de las compañías más afectadas.
Mientras los economistas estaban divididos por el costo de las paralizaciones, las acciones sindicales del sector ferroviario comenzaban a debilitarse este lunes luego de un largo periodo liderando las protestas contra la reforma.