El presidente Horacio Cartes, haciéndose eco de un pedido del Papa Francisco, llamó a amplio debate con la Iglesia, representantes de los tres poderes públicos y de los principales partidos políticos, buscando frenar la crisis.
Asunción. Un proyecto para habilitar la reelección presidencial en Paraguay, que desató disturbios en la capital el fin de semana, quedó en suspenso en el Congreso mientras la clase política busca una salida a la crisis originada cuando la iniciativa fue aprobada por un grupo de senadores.
El plan fue avalado el viernes a puertas cerradas en una oficina del Congreso por legisladores que desconocieron la autoridad del presidente del parlamento para convocar la sesión, desatando las peores protestas en dos décadas en el país.
Manifestantes irrumpieron en la sede del Congreso y lo incendiaron el viernes, en una noche de enfrentamientos y destrozos en varias partes de la ciudad.
La policía entró en la sede del opositor Partido Liberal disparando y mató por la espalda a un joven dirigente, avivando el malestar que le costó sus puestos al ministro del Interior y al jefe de la policía.
El presidente Horacio Cartes, haciéndose eco de un pedido del Papa Francisco, llamó a amplio debate con la Iglesia, representantes de los tres poderes públicos y de los principales partidos políticos, buscando frenar la crisis.
"Mientras la mesa de diálogo esté funcionando y tratando de llegar a las soluciones de los problemas que tenemos, la Cámara de Diputados no va a tocar el tema", dijo el lunes el titular de la Cámara Baja, el oficialista Hugo Velázquez.
El llamado del mandatario contrastó con las afirmaciones de sus principales colaboradores que acusaron a sus rivales políticos de "contratar vándalos" para destruir la sede legislativa.
"El proyecto no se va a retirar", sentenció la senadora Lilian Samaniego al salir de un encuentro en la residencia presidencial en la que gobernadores, intendentes y políticos locales llevaron su apoyo a Cartes.
El líder del opositor Partido Liberal, Efraín Alegre, condicionó su participación en el diálogo al esclarecimiento del asesinato del dirigente, del asalto a la sede partidaria y la anulación de la sesión del viernes.
"Si no, es muy fácil: hacemos un golpe y después nos sentamos a dialogar. No. Primero pongamos las cosas en orden y después podemos hacer mil cumbres si son necesarias", dijo Alegre.
La Constitución de 1992 prohíbe la reelección presidencial, pero legisladores leales a Cartes buscan desde hace meses una enmienda que lo habilite. Para ello, senadores modificaron los reglamentos internos a fin de avanzar con la propuesta, que también beneficiaría al ex presidente Fernando Lugo.
La fiscalía ordenó la clausura temporal de la sede del Congreso. El presidente del parlamento, el opositor Robert Acevedo, y otros senadores pidieron a la Corte Suprema de Justicia que se pronuncie sobre las irregularidades.
Una nueva manifestación con banderas blancas fue convocada para la noche del lunes frente a la sede del legislativo, donde algunos jóvenes recogían firmas para frenar el proyecto.