De 64 años y nacido en Nuevo Rocafuerte, en la provincia amazónica de Orellana, Moreno se crió en el seno de una familia de clase media y a los tres años se trasladó a Quito, la capital, donde cursó sus estudios y obtuvo una licenciatura en administración pública.
Quito. El ex vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, popular por su trabajo a favor de las personas con alguna discapacidad, busca asegurar una victoria en una sola vuelta en las elecciones presidenciales del próximo domingo.
Moreno, candidato del oficialista movimiento Alianza PAIS (AP), lidera la preferencia electoral por encima del 40%, según encuestas.
Sin embargo, no le alcanzaría para un triunfo frente a su más cercado contendiente, el ex banquero opositor Guillermo Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (CREO), que tiene una intención de voto arriba del 20 por ciento.
De 64 años y nacido en Nuevo Rocafuerte, en la provincia amazónica de Orellana, Moreno se crió en el seno de una familia de clase media y a los tres años se trasladó a Quito, la capital, donde cursó sus estudios y obtuvo una licenciatura en administración pública.
Con estudios en medicina y psicología, Moreno también se dedicó a la docencia y actividades vinculadas al turismo.
En 1998 su vida cambió radicalmente tras quedar postrado a una silla de ruedas producto de un disparo a quemarropa en la espalda durante un asalto.
A partir de ello, decidió "volver a vivir" y se convirtió en un motivador profesional a través de conferencias que llevan un mensaje de alegría, solidaridad y amor. Además, escribió 10 libros inspirados en el humor y la motivación personal.
Entre sus publicaciones destacan: "Filosofía para la vida y el trabajo", "Teoría y práctica del humor" y "Ser feliz es fácil y divertido".
De talante conciliador, sonrisa fácil y hablar pausado, el político es aficionado al fútbol, básquetbol, tenis y natación.
Casado y padre de tres hijas, Moreno fue vicepresidente del actual mandatario Rafael Correa, desde su llegada al poder en 2007 hasta 2013, donde se ocupó de la inclusión social y económica de las personas con discapacidad y del tratamiento de enfermedades catastróficas.
Su gestión se vio enfocada en encabezar programas sociales, como la misión solidaria Manuela Espejo, que incluyó una investigación social y clínica para estudiar y registrar georreferencialmente a todas las personas con alguna discapacidad en Ecuador.
Esto sirvió para delinear políticas de atención a este colectivo que había permanecido marginado durante muchos años y, por primera vez, brigadas médicas se desplazaron a los lugares más apartados y recónditos del país para prestar atención médica.
Este programa se complementó con la entrega del bono Joaquín Gallegos Lara, un subsidio mensual de 240 dólares para el cuidado de personas con limitaciones severas.
Además de la ayuda médica y económica, se entregaron viviendas y se puso en vigencia una ley que obliga a las empresas a contratar personas con alguna discapacidad.
La tarea realizada por Moreno mereció múltiples reconocimientos internacionales y despertó el interés de varios países por replicar estos programas.
Su trabajo le llevó a ser nominado al Premio Nobel de la Paz en 2012 y le catapultó para ser designado en 2013 como enviado especial de la ONU sobre Discapacidad y Accesibilidad en Ginebra, por lo cual dejó su cargo como vicepresidente.
A fines de septiembre pasado renunció al cargo en la ONU, que ejerció por tres años, para ser proclamado candidato del oficialismo a la Presidencia en binomio con el actual vicepresidente, Jorge Glas, con miras a dar continuidad al proyecto político de Correa, llamado "Revolución Ciudadana", de corte socialista.
Moreno, quien se define como una persona abierta a los diálogos y consensos, busca extender el camino trazado por el oficialismo en la última década de gobierno de Correa.
El ex vicepresidente ha ofrecido que gobernará con tolerancia y respeto, que evitará la confrontación y que dignificará la política ecuatoriana.
"Nosotros hemos ofrecido lo que podemos cumplir", ha dicho Moreno, quien ha propuesto generar 250.000 empleos cada año, luchar contra la corrupción y construir 325.000 viviendas.
Además, propone revisar los impuestos y simplificarlos, dar impulso al emprendimiento joven, una pensión para las personas de la tercera edad que no están amparadas en el seguro social, erradicar la desnutrición infantil y la pobreza extrema.
"Ustedes saben que pueden confiar en mí, nunca les he fallado y nunca les fallaré. Vamos a seguir caminando juntos. ¡Tú me entregas tu voto y yo te doy mi acción y mi corazón!", dijo el aspirante en un reciente diálogo presidencial televisado.