Pete Sessions dijo que los republicanos ganarían "poco más" de 40 escaños, lo que daría a la oposición una leve mayoría en la Cámara de Representantes.
Washington. Un importante legislador republicano pronosticó este domingo que su partido recuperaría la Cámara de Representantes estadounidense en las elecciones de noviembre, en lo que se anticipa será una dura batalla por el control del Congreso.
El representante republicano Pete Sessions dijo que su partido ganaría "poco más" de 40 escaños, lo que daría a la oposición una leve mayoría en la Cámara y, con eso, la capacidad para obstaculizar la agenda del presidente Barack Obama.
"Creo que nuestros candidatos nos van a llevar a una gran victoria", aseguró Sessions, quien supervisa los esfuerzos electorales de su partido en la Cámara.
Su contraparte demócrata, el representante Chris Van Hollen, dijo que su partido mantendría el control de la Cámara a pesar de las desfavorables encuestas y del impacto de la crisis económica.
"Sabemos que va a ser una elección difícil", dijo Van Hollen al programa "Meet the Press" de la cadena de televisión NBC.
Todos los 435 asientos de la Cámara y 36 de los 100 puestos en el Senado están en juego en la elección de noviembre. Analistas dicen que los republicanos podrían recuperar la Cámara y posiblemente el Senado.
El vicepresidente Joe Biden aseguró que los demócratas retendrían el control de ambas cámaras.
"No creo que las pérdidas (de escaños) vayan a ser malas para nada. Creo que vamos a sorprender a todo el mundo", dijo Biden al programa "This Week" de NBC.
El senador republicano John Cornyn pronosticó ganancias para su partido en el Senado, aunque evitó decir si se obtendrían los 10 escaños necesarios para obtener el control.
"Si la elección hubiera sido hoy, habría sido una muy buena elección", señaló Cornyn, quien se ocupa de las perspectivas electorales de su partido en el Senado.
Los republicanos dicen que una victoria suya en las elecciones del 2 de noviembre serviría para controlar de mejora forma al gobierno de Obama, mientras que los demócratas buscan vincular a la oposición con el ex presidente George W. Bush, quien es altamente impopular en todos los sondeos.
"Ellos quieren volver a la misma agenda (de Bush) que nos llevó a este desastre", dijo Van Hollen.
Los demócratas argumentan que han tenido un año y medio en el Congreso muy productivo, tras aprobar la mayor reforma a la salud desde la década de 1960 y la más amplia reescritura de reglas para Wall Street desde 1930.