Los jefes de gobierno del bloque, muchos de los cuales consideraron los resultados como una reivindicación, se reunirán para estudiar sus próximos pasos este martes.
Bruselas. Los partidos comprometidos con una mayor integración de la Unión Europea comenzaron este lunes a negociar los cargos y las políticas, después de las elecciones parlamentarias del bloque que concluyeron con una fragmentación del movimiento de centro y avances exiguos de los nacionalistas.
Los jefes de gobierno del bloque, muchos de los cuales consideraron los resultados como una reivindicación, se reunirán para estudiar sus próximos pasos este martes.
Matteo Salvini, el viceprimer ministro de Italia, líder del partido antiinmigración La Liga y posible fuerza principal en una eventual alianza de extrema derecha en Europa, dijo que el 34% de los votos nacionalistas italianos constituían un mandato para poner fin a las normas de austeridad de la zona euro.
Pero a pesar de avances de euroescépticos en otros grandes países, como Francia, Polonia y Reino Unido -que pronto dejará la UE- el resultado electoral fue interpretado como un voto de confianza para los líderes tradicionales, tras un alza de la participación y un tibio desempeño de los nacionalistas.
"Las elecciones europeas fueron una prueba tangible de que la democracia europea está viva", dijo Margaritis Schinas, portavoz jefe de la Comisión Europea, a periodistas. "Los populistas no ganaron esta elección".
Ante las políticas hostiles de Rusia, la creciente influencia económica de China y las políticas impredecibles del presidente estadounidense Donald Trump, muchos europeos parecían inclinados a expresar que la UE debería permanecer unida para proteger los derechos de los trabajadores, la libre expresión y la democracia.
La participación llegó al 51% frente al 43% en las elecciones del 2014.
Salvini, que emerge como posible líder de un grupo en el Parlamento europeo opositor a los partidos tradicionales en Bruselas, dijo en una rueda de prensa: "Ha llegado el momento de volver a discutir las normas desactualizadas que han dañado a Europa. De otro modo no puede explicarse un voto como éste".
Líderes de la UE se reúnen. Pero la extrema derecha y otros nacionalistas, incluyendo Nigel Farage del nuevo Partido Brexit, el francés Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y los grupos gobernantes de Polonia y Hungría podrían tener problemas para resolver sus diferencias y convertirse en una fuerza unificada con cerca del 25% de los escaños del Parlamento.
Los jefes de Estado de los 28 países miembros, incluyendo a la primera ministra saliente de Reino Unido, Theresa May, se reunirán este martes en Bruselas para discutir la sucesión de Jean-Claude Juncker en la presidencia ejecutiva de la Comisión Europea y de otros cargos importantes, como la jefatura del Banco Central Europeo (BCE).
Las ásperas negociaciones, marcadas por intereses nacionales, divisiones entre partidos y temas de género, se extenderán al menos hasta la cumbre del 20 y 21 de junio. Es posible un estancamiento legislativo en el que los jefes de partidos del bloque intenten cambiar la posición de líderes nacionalistas, que se niegan a reemplazar a Juncker con un legislador procedente de las filas de grupos ganadores.
El bloque centroderechista popular europeo retrocedió, afectado por bajas de los demócrata cristianos de la canciller alemana Angela Merkel, mientras que la izquierda socialdemócrata perdió la mayoría conjunta en la legislatura.
Pero los avances de los liberales, como el nuevo movimiento de Macron en Francia, y de los Verdes -segundos en Alemania, terceros en Francia y cuartos en Reino Unido- implicarían la gestación de una alianza de cuatro grupos políticos.
Los cuatro grupos que están a favor de una mayor integración de la UE perdieron menos de 20 escaños y se quedaron con 503 puestos en la cámara de 751 asientos.