Luego de décadas de complicadas conversaciones marcadas por el fracaso de la anterior cumbre de Copenhague hace seis años, los negociadores parecen haber conseguido algún tipo de acuerdo marco que podría ser definido para mediados de diciembre.
París. Los líderes mundiales iniciaron este lunes a un ambicioso esfuerzo para contener el alza de las temperaturas del mundo e intentarán ponerse de acuerdo para hallar una causa común en dos semanas de negociaciones destinadas a reducir la dependencia de los combustibles fósiles que sufre la economía global.
Unos 150 jefes de Estado, entre ellos el presidente estadounidense, Barack Obama, y su contraparte chino, Xi Jinping, arribaron a la cumbre organizada por Naciones Unidas en París armados con promesas y acompañados por altas expectativas.
Luego de décadas de complicadas conversaciones marcadas por el fracaso de la anterior cumbre de Copenhague hace seis años, los negociadores parecen haber conseguido algún tipo de acuerdo marco que podría ser definido para mediados de diciembre.
Las advertencias de científicos del clima, demandas de activistas y exigencias de líderes religiosos como el Papa Francisco, sumadas a grandes avances en fuentes de energía alternativa como la solar, son factores que han añadido presión para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables por el calentamiento del planeta.
La mayoría de los científicos dicen que la ausencia de medidas radicales en París llevaría al mundo a enfrentar temperaturas promedio mucho mayores, provocando más tormentas catastróficas, sequías más frecuentes y el incremento de los niveles de los mares por el derretimiento de los cascos polares.
Ante estas alarmantes proyecciones, los líderes de las naciones responsables por cerca del 90% de las emisiones de C02 en el mundo deberán presentar compromisos para reducir su producción nacional de gases de efecto invernadero, aunque en niveles diferentes.
Para algunos el asunto ya es controvertido en sus países de origen. Mientras se inauguraba la cumbre en París, las capitales de dos de las naciones más pobladas del mundo, China e India, estaban sumidas en un peligroso y asfixiante smog, que llevó a reguladores en Pekín a pedir a las fábricas a limitar su producción y detener las obras en construcción.
Lograr el que sería hasta ahora el acuerdo internacional más sólido en la historia- con el compromiso de naciones ricas y en desarrollo - para combatir el cambio climático implicaría "que podemos tener confianza en que estamos haciendo los correcto para las futuras generaciones", dijo Obama previamente este mes.
"París debe marcar un punto de inflexión decisivo", dijo el lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. "Debemos ir más rápido, mucho más rápido, si queremos limitar el ascenso del promedio de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados", sostuvo.
En vísperas de la cumbre, cientos de miles de personas desde Australia a Paraguay se sumaron al mayor evento activista por el cambio climático en la historia, recordando a los líderes del mundo que "no existe un planeta B" en los esfuerzos contra el calentamiento global.