México, Estados Unidos y Canadá buscarán este miércoles definir estrategias para impulsar la competitividad de la región y profundizar la integración, aunque no lo harán a través de una renegociación del TLCAN.
México. Los líderes de México, EE.UU. y Canadá, socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), explorarán en su cumbre de este miércoles formas de reforzar la cooperación y profundizar sus relaciones, en medio de disputas puntales en algunos temas.
Bajo el lema "América del Norte del siglo XXI. Construyendo la región más competitiva y dinámica del mundo", la cita reunirá a los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de EE.UU., Barack Obama, y al primer ministro de Canadá, Stephen Harper, en la central ciudad mexicana de Toluca.
La cumbre estará precedida por reuniones bilaterales de Peña Nieto con el primer ministro canadiense, quien este martes realiza una visita a México, y con el mandatario estadounidense, que llegará al país la mañana de este miércoles y partirá en la noche.
Los tres países buscarán definir estrategias para impulsar la competitividad de la región y profundizar la integración, aunque no lo harán a través de una renegociación del TLCAN.
El gobierno mexicano defiende la necesidad de facilitar las fronteras, de homogeneizar normas para los sectores productivos y disminuir los costos de transacción en el proceso de intercambio de mercancías y de integración a las cadenas de valor global.
Los tres socios del TLCAN han dicho que aprovecharán las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) para cubrir aquellos aspectos que hace veinte años no se incluyeron en el tratado trilateral, como el comercio electrónico.
Según fuentes de la Casa Blanca, Obama se propone abordar en la cumbre el estado de las negociaciones para el TPP, de las que forman parte 12 países, entre ellos EE.UU., México y Canadá.
El TPP, que se espera sea completado este año, dará la oportunidad de incluir estándares adicionales en materia laboral y medioambiental a las relaciones comerciales en Norteamérica reguladas ahora por el TLCAN.
En cuanto a la seguridad, el debate en la cumbre se enfocará en el tema fronterizo, así como en el apoyo a México en la lucha contra el narcotráfico a través de la Iniciativa Mérida.
Durante años la cooperación en este tema se vio afectada por recriminaciones de México a su vecino del norte por ser el mayor consumidor de drogas del mundo y fuente de armas para cárteles de las drogas, y de EE.UU. hacia el país del sur como ruta de tránsito de estupefacientes e indocumentados.
De acuerdo con fuentes diplomáticas mexicanas, los líderes hablarán de los retos que enfrentan en materia de seguridad y de la necesidad de mejorar el intercambio de información y de buenas prácticas.
Con el presidente mexicano en particular, Obama hablará de los esfuerzos para sacar adelante la reforma migratoria en Estados Unidos, que beneficiaría a millones de mexicanos indocumentados.
En tanto, con Harper abordará el tema de la aprobación del oleoducto Keystone XL, que sería construido por la empresa TransCanada, un tema en el que Canadá presiona desde hace años a EE.UU., señaló una de las fuentes.
Con México, Canadá ha abierto una considerable brecha por el mantenimiento del draconiano requisito de visado para los ciudadanos mexicanos.
El gobierno de Harper impuso el requisito en 2009 de forma inesperada, argumentando un aumento desmedido de peticiones de refugio de mexicanos.
El embajador mexicano en Canadá, Francisco Suárez, ha emprendido "una cruzada" para revertir esa decisión y dijo recientemente a Efe que los dos países están trabajando para resolver este tema, que "molesta e irrita" a México.
La cooperación en materia energética, contra el cambio climático, en educación y para enfrentar desastres naturales son otros asuntos que serán abordados en la cumbre de América del Norte, la primera de Peña Nieto, quien hará además de anfitrión en su estado natal.
El encuentro se llevará a cabo en el Palacio de Gobierno, en el centro de la capital del Estado de México, una zona que desde hace días se encuentra fuertemente custodiada por las fuerzas de seguridad mexicanas.
En el operativo, que incluye el aeropuerto de Toluca, participan miembros de las secretarías de la Defensa y la Marina, más de 5.000 policías federales, municipales y estatales, así como agentes del Estado Mayor Presidencial de México y el Servicio Secreto de EE.UU.